26 | Unión

6K 805 110
                                    




26.




Unión.




Creo que mas que sorpresa sus rostros muestran una estupefacción que me hace pensar, si, mi vida, mi corta vida estaba repletas de "desgracias", hubo un tiempo donde fui feliz, verdaderamente capaz de sonreír por situaciones y disfrutar cosas cotidianas de la vida. Pero en el ultimo año, toda la felicidad que alguna vez había llegado a conocer había sido apagada por toda la crueldad y amargura que habían impuesto los Reither sobre mí.


—Fue duro—prosigo—. No me quedaba nadie y el único ser que tenía algo conmigo, también se fue—ninguno dice algo—. Así que sé que es repetitivo, pero no quiero engañarlos, no estoy completa. Perdí mucho, me faltan cosas y no se si podre recuperarlas. Es esto lo que tienen.


No los veo y aunque fijo mi vista lejos de ellos, la curiosidad me ronda a medida que los segundos pasan, no tenia un pasado bueno y siempre llevaría eso conmigo. No puedo evitar tensarme ante la sorpresa que golpea mi cuerpo cuando siendo como ambos se abrazan contra mí, puedo sentir sus sentimientos como si fueran mío, furia, rabia, odio y lo mas profundo, tristeza.


—Lynette—dejo que Isaiah tome mi cuello y me obligue a verlo—. Tu tienes mucho, ¿Entiendes? ¡Maldita sea! Has pasado por tantas cosas y aun sigues aquí, de pie. Eres fuerte y me duele pensar en todo lo que has tenido que pasar, pero agradezco, egoístamente, que hayas seguido y hayas podido llegar hasta hoy.


—Si crees que te faltan cosas, las recuperaremos Lynette, y si no podemos, haremos nuevas, pero estarás completa y serás feliz. Te lo prometo—las palabras de Isaac me llegan.


Una certeza se apodero de mi con cada una de sus palabras, no eran simples frases, eran la verdad, nosotros podríamos con esto y con todo lo demás. Porque así lo había querido el destino y así lo escogimos.


Y ahí, en medio de la noche, rodeadas de las dos nuevas personas en las cuales pondría todo lo que me quedaba, estaba bien, estaba en paz conmigo y con la vida. Porque, aunque me había quitando tanto, ahora en este momento, parecía tenerlo todo.


—Hay que volver—murmuro cuando aquellos rastros de sol que veíamos dejaron de estar para darle paso a la oscuridad de la noche—. Ya es tarde.


* * *


No dejo de verme en el espejo que adorna el baño, el vapor del agua tibia que use para bañarme aun impregna el pequeño lugar, sin embargo, mientras me veía mi mente no dejaba de maquinar un pensamiento tras otro.


Ninguno que antes me hubiera pasado por la mente, que hubiera considerado hacer verdaderamente. Pero desde que me había metido a bañar después de haber picoteado algo de la comida que había sobrado del almuerzo, no había podido ignorar el brillo, el pequeño brillo en mis ojos, aquel que hacía más de un año no veía en mí.

SuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora