23.
Pasado.
—Eres silencioso.
—Me gusta así.
—Me gusta cómo eres Isaac—casi puedo jurar que pone una pequeña sonrisa—. Sin embargo, no creo que yo sea de tu agrado.
Un silencio se extiende después de esas palabras, lo cierto es que cuando decidí sentarme a leer en la bonita silla mecedora junto a la puerta de la cocina, no estaba en mis planes escuchar conversaciones ajenas, claro que tampoco era bueno moverme y hacerme notar cuando ya había escuchado demasiado.
¿Cómo podía evitar no escuchar la voz de Eleyn? Definitivamente intentar leer aun cuando ellos están ahí, no era bueno, una distracción así no podía evitarla.
—¿Por qué lo dices? —aunque la voz de Isaac es neutral, me interesa esa respuesta.
—He intentado acercarme a ustedes, y aun así nada sirve, porque está claro que su atención está puesta en otra—murmura—. Me trajeron aquí para ustedes y apenas la vi a ella, supe que ni siquiera tenía oportunidad. Eso golpeo un poco mi orgullo ¿Sabes? —suelta una pequeña risa—. Sin embargo, no deseo seguir jugando, volveré a casa.
—No tienes nada malo Eleyn—un suspiro es audible—. Pero no eres ella.
—Comprendo—responde—. Isaac, mi familia tiene en alta estima a la tuya. Así que me disculpo por entrometerme, pero los Reither no exiliarían a alguien por nada...
—Eleyn.
—Lo que ella les hizo...
—No quiero saberlo—la interrumpe.
—Vendrán por ella Isaac, los comentarios corren y pronto llegaran.
—La protegeremos. Haremos lo necesario.
—¿Enserio pretendes luchar por algo que no conoces?
* * *
Miro en silencio como el coche abandona el frente de la casa, alejándose. Definitivamente la partida de Eleyn no había sido ninguna mentira. Ella se había alejado. Los gemelos se habían despedido respetuosamente de ella, esta mañana antes de partir a los lindes de la propiedad a hablar con los demás. Nuestra despedida no fue tan efusiva como la que le dio Myriam, sin embargo, me quede con su pequeña sonrisa.
A pesar de todo, ella había sido llamada a venir, no tuvo muchas opciones y, sin embargo, al llegar tampoco se las dieron. Esperaba verdaderamente que en algún momento encontrara lo que buscaba.
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Suya
WerewolfLo curioso de esta vida, es que suele darte tanto como te quita. Para Lynette la vida le ha quitado todo y mucho mas, sola, sin familia, sin hogar y a la espera de su final, la joven hibrida esta mas que dispuesta a abrazar su muerte e ir con su dio...