39.
Necesidad.
Respiro temblorosa notando como todas me miran fijo en espera de algo.
—Yo—miro nerviosa a Annette—. Nosotros—me corrijo—. Aun no hemos hablado de tener descendencia.
Enseguida el batallón de ojos que estaba en mi va directo a la mujer mayor que empieza a embozar una gran sonrisa de satisfacción mientras une sus manos sobre su regazo.
—Como dije, tendremos la próxima generación—repite y enseguida todas empiezan a reír y brillar de alegría.
¿Qué?
—La señora Annette nunca se equivoca Lynette—me dice una de ellas antes de sonreírme.
—Ella ha advertido mas embarazos que nadie—prosigue otra.
—Tendremos a nuestro próximo alfa.
Guardo silencio notando la fiesta que hacen entre ellas soltando felicitaciones y miles de palabra sobre el futuro.
—¿Lynette? —volteo a ver a Dulce cuando me llama, una pequeña sonrisa adorna su rostro—. Felicidades.
Quiero agradecer, pero solo volteo a ver a la mujer mayor que me analiza en silencio.
—¿Enserio es posible? —pregunto sin saber que decir.
—Aunque me pesé admitirlo, la pequeña Dulce no mintió cuando dijo que vi nacer mas Price que los propios Price, tantos años me permitió notar el aroma que sueltan las embarazadas incluso antes de que muchos lo sientan. Guardé silencio porque estabas junto a Dulce y creí que tal vez era ella, pero no, eres tu pequeña Lynette quien lleva en su seno a un cachorro.
Un cachorro.
* * *
Un sentimiento de tristeza me embarga mientras siento dos cuerpos rodearme desde atrás, agradezco su sostén, pero, aun así, aun cuando ya no puedo verlos, mi mente repite la gran cantidad de camionetas que han salido fuera de la reserva seguido por miles de hembras lobos dispuestas a matar cualquier cosa que se cruce en su camino.
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Suya
WerewolfLo curioso de esta vida, es que suele darte tanto como te quita. Para Lynette la vida le ha quitado todo y mucho mas, sola, sin familia, sin hogar y a la espera de su final, la joven hibrida esta mas que dispuesta a abrazar su muerte e ir con su dio...