Super Junior (Yesung)

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Me encontraba en el aeropuerto esperando a que llegara mi esposo. Venía de regreso del servicio militar.
Estaba impaciente, hacia bastante que no nos veíamos, hablábamos, pero no podíamos vernos físicamente.

Estaba sentada viendo por la ventana los vuelos que aterrizan en la pista. Pude ver a la perfección el vuelo en el que él venía. Corrí a la salida de ese vuelo esperando a poder verlo.

Pasaron unos minutos y comencé a ver a varios militares salir del avión, mi corazón latía a mil, realmente no sabía si iba a estar en este vuelo o en el de la próxima semana.
Finalmente decidí irme. Me di la vuelta y di unos pasos hasta que escuché mi nombre.

Me di la vuelta de nuevo un poco confundida —¿Quien me puede conocer aquí?— a lo lejos vi alguien moviendo sus brazos, me acerque un poco más y puede apreciar a esa persona más de cerca. Era Yesung, realmente era él y estaba parado allí al frente mío.

- ¿Te vas a quedar allí de pie? -limpie las pequeñas lágrimas que caían por mis ojos y corrí hacía él-
- ¡Oppa! -lo abrace por la cintura- pensé que ya no vendrías -limpie mis lágrimas en su camisa negra-
- no encontraba mi equipaje... lo siento -rei un poco-
- ya no importa -levanté mi rostro y sonreí- bienvenido oppa.
- por fin regresé -beso cortarme mis labios-

Íbamos en el auto directo a nuestra casa, hablamos de cosas triviales y otras que nos han pasado mientras estuvimos separados, pero él hablo de un tema del cual no quería hablar.

- ¿Mi familia no te ha molestado más?
- ¿Por que preguntas eso? -lo mire confundida- No ha pasado nada.
- vamos querida, sabes que es lo que pasa con ellos y como son -suspiro- no me sorprendería que hayan hecho algo en mi ausencia.
- me llamaron un par de veces, ¡Pero no me hicieron nada más! -dije moviendo las manos como restando le importancia-
- que pesados que son -chazqueo su lengua- ¿Me prometes que solo fue eso? -asentí- está bien, te creó.
- no quiero que se empeore tu relación con ellos por mi culpa.
- no es tu culpa, ellos son los que no entienden que te amo -su mano se posó en mi muslo-

Yesung y yo estábamos casados hace tres años, él tenía 29 y yo 20 años en ese tiempo, si son 9 años de diferencia y entiendo que para cualquiera sería extrañó y pensarían mal de mi —como la familia de JongWoon— pero la verdad es que amo a este hombre como nadie lo puede imaginar, me ayudó a superar muchos de mis problemas.

Llegamos a casa, él se fue a dar una ducha y yo a terminar de cocinar, después de la conversación el camino a casa fue en silencio.

Cuando Yesung me presento a su familia hace tres años, no lo tomaron muy bien y tampoco fueron a la boda.

Se que a él le duele, todavía recuerdo el día de nuestra noche de bodas, lo encontré llorando en la sala de la cabaña en donde nos quedamos. Por eso nunca le decía cuando su familia me llamaba o me hacían algo, no quería causarle más dolor y tristeza.

- ¡_______ los fideos! -desperte de mi transe, pero un poco alterada y terminé quemando me- ¿Estas bien?
- si... solo me arde un poco -meti la mano en agua fría- Auch.
- ¿En que estabas pensando? -dijo mirando mi mano- estás distraída -ahora me miró a mi- ¿Que es lo que ronda esa linda cabecita?
- simplemente recordé algo no muy lindo y me quedé pensando en otras cosas -le sonreí-
- ¿Te quedaste pensando en lo que hablamos en el auto? -asentí- ahh cariño, ven vamos a sentarnos.

Me llevo hasta el sofá, primero se sentó él y me sentó en sus piernas.

- ______, cariño, no tienes que preocuparte por eso ¿Si? Es un problema entre ellos y yo...
- pero soy tu esposa y ellos tu preciada familia... yo quiero llevarme bien con ellos -hice un pequeño puchero, Yesung se rió- no te rías oppa.
- jajaja perdón, es que te ves adorable -su mano se posó en mi muslo- yo también quiero que se lleven bien, pero ellos son los que no quieren ver la verdad.
- ¿Pero porque? He hecho tanto para que me acepten, pero... -me interrumpió-
- simplemente no quieren darse cuenta -hizo una mueca- cariño, no debe importarte lo que piensen ellos de ti, es nuestra vida y no deben intervenir en ella -asentí- ellos ya hicieron su vida, ahora nos toca hacer la de nosotros.
- está bien… tienes razón, ellos ya tuvieron sus hijos, su propia casa y muchos momentos lindos, ahora nos toca a nosotros.
- así me gusta -chocamos los cinco- espera ¿Dijiste hijos?
- si ¿Por qué? -lo mire confundida- ¿No quieres hijos?
- ¡Claro que si! Pero no sabía si tú estabas preparada.
- bueno ya tengo 23 años, terminé mis estudios, estamos casados y tenemos una vida estable, así que ¿Por que no unos niños?

Los ojos de JongWoon se iluminaron, al instante se levantó conmigo en sus brazos, haciendo que diera vueltas en el aire. Estaba feliz, yo también estaba feliz de que él estuviera feliz.

- gracias, gracias -reí un poco cuando me dejó en el suelo-
- no me agradezcas, se que esto nos hará más felices.
- te amo mucho -se acercó y beso mis labios, cortamente-
- yo también Yesung-nii.

Finalmente comimos y nos pusimos hacer planes futuros.

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