Sf9 (Chani)

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Estaba en una junta para una importante firma que tenía hoy con una empresa, estaba terminando de explicar mis aportes cuando sonó mi celular.

- disculpen señores -me aleje un poco y vi quien era- ¿Que quieres ahora ______?
- ¡Chani no puedo más con esto! -la escuché gritar desde el otro lado- ¡Siento que no puedo! ¡Quiero morir Chani! ¡Me voy a suicidar!
- ¡Cállate ya! -dije en voz baja- ¡Estoy harto de que me llames en medio de reuniones importantes y que estés con tus estupideces! -suspire y rasque mi cabello- deja tus amenazas y no me llames que estoy ocupado… hablaremos en casa -colgue-

Regrese a la reunión y decidí seguir sobre lo que estaba hablando restándole importancia a la llamada de mi esposa.

______ es mi esposa desde hace un año, en los últimos meses se ha vuelto insoportable, dando amenazas y diciendo que se iba a suicidar, porque yo no pasaba suficiente tiempo con ella.

Era cierto, pero necesitaba trabajar para poder tener una vida buena como la que llevábamos ahora. Soy un joven emprendedor que ha salido a delante y ahora tiene su propia empresa, también he conseguido una suma grande de dinero por el trabajo, necesitaba mantenerlo y por eso no pasaba mucho tiempo en casa.

Recuerdo la primera vez que me llamo diciendo lo mismo que me acaba de decir. Corrí hasta nuestra casa y la encontré muy campante durmiendo en nuestra enorme cama. Me enoje mucho, pero hablé con ella y supuestamente se había tomado unos calmantes que le habían dado las sirvientas.

Lo deje pasar y hubieron un par de veces más en la culés corrí hacia casa a ver qué era lo que sucedía. Pero nunca pasaba nada y ya estaba cansado porque estaba interrumpido mi trabajo.

Esta había sido la 5ta vez que me llamaba en la semana de la misma manera y decidí restarle importancia. Sabía que no era capaz de hacerlo, además si las sirvientas estaban allí probablemente ya le dieron el calmante.

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Luego se unas horas más sobre la reunión pudimos concretar el trato y ya estaba cerrado todo. Había sido un éxito y podía ya relajarme un poco. Tal vez ahora sí iba a pasar un poco de tiempo más en casa  y ______ dejaría de hacer esas llamadas y podríamos hablar sobre su comportamiento.

Salí de la oficina y me fui en mi auto hasta la casa, eran aproximadamente las 7 PM, esperaba que todo estuviera listo para cenar, pero cuando entre a la casa no había nadie en la sala de estar.

Entre confundió en la casa y escuché también unos golpes que venían de la parte de arriba de la casa. Subí las escaleras y logré ver a todas las sirvientas amontonadas en la puerta de mi habitación.

- ¿Que es lo que pasa? -les hable y todas me miraron- ¿Por qué tienen esa cara de tragedia?
- señor Kang su esposa ha estado allí por más de 30 min y no nos deja entrar ni responde, tememos que algo pueda haber pasado.
- tranquilas, saben que no ha hecho nada desde que comenzó a comportarse así -me acerqué a la puerta- de pronto se durmió ¿Le dieron las pastillas?
- no encontramos las pastillas por ningún lado, por eso decíamos que ella las podía tener y… puedo tomarse las -dijo otra de las sirvientas-

Ahora sí habia entrado un poco en pánico, tenía la puerta cerrada, no decía nada y al parecer las pastillas estaban en la habitación. Todo significaba que se las había tomado y que había sucedido algo.

Comencé a golpear la puerta con fuerza para poder abrirla, hasta que pude. Cuando entramos la encontramos en la esquina de la cama con las manos en el piso y su cara recostada en la cama.

La agarre y recoste en mi regazo, estaba pálida y respiraba débilmente.

- ¡Vamos ______ despierta! -pegaba pequeñas cachetadas en su cara- ¡Llamen a una ambulancia ya! -todas salieron de la habitación- por favor no te mueras ______.

La ambulancia llegó en poco tiempo y comenzaron a reanimarla y hacer compresiones para que escupiera las pastillas. Escupió una parte y también vómito, recuperó un poco el color y su respiración se regulo, pero igual teníamos que ir a la clínica de urgencias para que le hicieran un lavado gástrico.

En el hospital pasaron unas cuantas horas hasta que un doctor me hablara. Él se acercó a mí.

- señor Kang su esposa se encuentra estable -dijo él buscando algo en su bolsillo- sacamos 20 pastillas de su estómago y sumando las que sacaron los paramédicos fueron 32 pastillas -me entrego el tarro de pastillas- por suerte llamo a tiempo porque pudo morir.
- ¿Doctor la puedo pasar a ver? -él negó-
- ¿Sabe señor? Esto es un intento de suicidó, entonces no sabemos que es lo que está pasando ahora mismo por su cabeza y mucho menos si es relacionado con usted -cerre mis puños y mis ojos con fuerza- a primera hora de la mañana ella hablará con la psicóloga y si mañana aclaramos esto lo dejare verla.
- está bien doctor, pero quiero que sepa que no tengo nada que ver con esto que le paso -él simplemente se fue-

Cai completamente recostado en una silla que estaba allí, estaba cansado y esto que me estaban diciendo me había afectado, era impensable que yo sea capaz de hacerle algo a ella, la amo mucho aunque no se lo demuestre.

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Me había quedado dormido en la silla, pasé toda la noche en el hospital. Quería estar pendiente por cualquier cosa que pasará con _______.

- señor Kang -dijo una señorita hacia mi- soy la psicóloga que acaba de ver a su esposa -asenti- bueno pude concluir que si bien usted no es el culpable de que la señorita haya tratado de suicidarse si está relacionado con usted -lo mire confundido- sufre de depresión y tiene un gran apego a usted por lo que su ausencia le ha afectado.
- pero siempre nos vemos en la noche y los fines de semana.
- puede ser que sea así, pero para ella no es suficiente y no puedo decirle que deje de trabajar, pero tal vez no se ¿Unas vacaciones?
- eso no solucionaría nada, volvería a su estado después de que regresemos del viaje -ella asintió e hizo como si pensará-
- bueno entonces tendremos que entrar en terapia todas las semanas, para que por lo menos se distraiga, tal vez otra actividad que mantenga su mente despejada -asenti a todo lo que ella dijo- pero también le pediré que no se encierre en su trabajo solamente y que de demuestre apoyo y amor a su esposa.
- tenga por seguro que lo haré doctora -ella hizo una reverencia y me dejo entrar a la habitación de mi esposa-

Tenía un respirador cuando entre y las enfermeras trataban de darle de comer, pero ella no aceptaba, cuando se giró me vio y sonrió.

- ¡Cariño! -sonrei- que bueno que viniste.
- no podía dejarte sola -me acerqué y me abrazó- señoras pueden irse yo me encargaré que coma -ellas asintieron y se fueron- ¿Como te sientes?
- mejor ahora que tú estás -sus ojos se ocultaban cuando sonreía- pensé que no estás aquí.
- me la pasé toda la noche aquí, esperando a que me dejaran entrar -agarre su mano- _______ no puedes volver hacer eso que hiciste ayer, me preocupe mucho.
- perdón, realmente no sabía que hacía, mi mente estaba como nublada y no podía pensar bien -bajo la cabeza- te prometío que no lo volveré hacer.
- está bien, pero tendrás que tener igual tratamiento con la psicóloga -ella asintió- y si todo sale bien podremos irnos de viaje los dos solos -rapidamente levantó la mirada y vi sus pequeños ojos iluminarse- te prometo que estaré más en casa.
- eso me haría muy feliz -me abrazó y duramos un momento asi-
- bueno come para que podamos ir a casa y que mejor te relajes allá.

Después de unas horas volvimos a casa y las sirvientas habían preparado una fiesta de bienvenida, nos la pasamos bien el resto de la tarde y podía ver a mi esposa mejor. Espero con ansias que el tratamiento funcione para poder tener a la dulce y linda chica de nuevo.

[One §hots]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora