Capitulo 18

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Bakugo estaba en su tienda acostado pensando si el estaba haciendo suposiciones de más, pero no podía ignorar el hecho de que ese sujeto que se hacía llamar su compañero intentará quitarle lo que era suyo.

El peliverde siempre había sido un amigo incondicional para el pero no podía seguir haciendose el de la vista gorda a los sentimientos que le demostraba, por ello decidió darle una oportunidad y salir con el, si bien en un principio no sentía nada poco a poco fue tomándole un cariño más especial abriéndole su corazón a tal grado que ya no entendía que era lo que sentía.

(¿Qué demonios es esta situación? Odio
sentir tantas cosas que no puedo explicar,
y si yo lo malinterprete no, no eso...
¿Quién demonios me molesta‽)

Los pensamientos del rubio se vieron interrumpidos con la voz de Kirishima llamándole desde afuera de la tienda.

-Dejame en paz extra idiota.

-Vamos Bakugo, traje algo para hacer la noche más llevadera, abre, solo soy yo.

Bakugo se rindió ante la insistencia y abrió la tienda dejando entrar al pelirrojo y que esté tomara lugar.

-¿Me acompañas amigo?

Kirishima extendió una lata de soda hacia el rubio, el otro chasqueo la lengua arebatandole la lata para abrirla con urgencia y dejar que el líquido se abriera pasó por su garganta.

-Oye Bakugo.,. ¿Tienes algún problema? Tal vez no soy el mejor pero puedes hablar conmigo sobre tus problemas o hablar de cualquier cosa para despejarte.

-¿Te has enamorado alguna vez Kirishima?

El contrario se ahogó al evitar escupir su refresco pero es que el que lo llamara por su nombre con ese tono de voz y que le preguntará eso definitivamente lo tomo por sorpresa. Tardo un poco en recuperarse y soltó un resoplido alibianandose.

(Si supieras que llevas mucho tiempo gustandome)

-Me he enamorado y nunca me han correspondido, pero por el tono que usas se nota que te rompieron el corazón.

-¿Roto? Más bien tengo confusión.

-No entiendo a qué te refieres con ello ¿Acaso paso algo?

-Cuando acepte está relación yo no tenía esa clase de sentimientos y ahora que el tiempo ha pasado dándonos momentos de convivencia largos para conocernos mejor, siento que no ha sido suficiente para que lo que siento por él se llame amor pero entonces si no es amor ¿Por qué me molesta si está con alguien más?.

(Así que es un chico del que estás hablando, al menos no es imposible para mí, rayos... ¿Que estoy pensando?)

-Tal vez debas hablar con el sobre esto, no es justo para ti que te obligues a estar con alguien a quien no amas y para el es injusto que solo le des ilusiones falsas en una relación donde tal vez lo que sienten solo es sentido por poseer.

-Pero, es que no me gusta verlo con alguien más, me irrita, me pone fuera de lugar, quisiera matar a quien se le acerque.

-Bakugo, te acostumbraste a ser su centro de atención por eso te sientes así, pero solo estás siendo territorial por qué es tu novio, pero una vez que lo dejes ir te sentirás mejor. Será doloroso para el tal vez pero es lo mejor para los dos, tal vez... Debas experimentar con alguien más.

Las latas fueron bajando una tras otra siendo la mayoría por la sed  y el ritmo que mantenía Bakugo. Kirishima escucho atento toda la historia sobre como Bakugo y su novio se conocían desde muy chicos, como comenzó su relación amorosa, lo tierno y amoroso que el novio llegaba a ser con el rubio y sobre lo que había visto ese fin de semana, así fue como entendió porque el comportamiento de su amigo se mantenía como la pólvora.

-Bakugo paremos aquí, creo que ya es mucho azúcar y mañana tenemos que entrenar, por lo que tenemos que dormír.

-Pero si los demás aún están despiertos, puedo escuchar el alboroto que tienen esos malditos extras.

-Bueno pero no quiero que el sueño nos de un tremendo golpe a mitad del entrenamiento.

-Vete si quieres, es tu culpa por traer ésto así que no quieras controlarme ahora y mejor callate por qué estoy asiendote el favor de acompañarte maldito idiota.

-Yo te lo pedí pero...

-Pero nada.

Kirishima comenzó a tirar de la lata que Bakugo tenía en la mano tratando de quitársela, sin embargo Bakugo aplicó más fuerza de la que ya ejercía provocando que el contrario cayera dejando una situación algo extrañaba para simples amigos.

Me engañaste primeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora