Capitulo 7

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La mañana llegó y con ello el dolor de cabeza que hizo gruñir al rubio pero lo que le terminó de dar el golpe para despertar fue ver una melena roja y no una verde a su lado

(¿Que demonios‽)

Entonces recordó todo el día de ayer, desde que dejó a Deku hasta que se fue de fiesta, sostuvo su cabeza apretando fuertemente los ojos.

-¿Ya amaneció?

Susurró un pelirrojo adormilado muestras se sentaba en la cama.

-¿Bakugo‽

-Tienes 5 segundos para explicar por qué estamos en la misma cama.

-Espera, Baguko no es lo que...

-Uno, dos...

-Te emborrachaste y te dormiste ayer en medio antro, Denki y yo te trajimos aquí, luego yo te quite la camisa por si vomitabas, después tú me enrollaste con tus brazos y no me soltabas por más resistencia que pusiera.

-¿Que‽ ¿De verdad hice esto bastardo‽

-Tan solo ve las marcas de tus manos en mi cintura.

Y efectivamente tenía un par de marcas rojas en la piel.

-Olvidalo y mejor levantate, debemos ir a la escuela.

El rubio en automático tomo su camisa y salió de la habitación.

Escaleras abajo tomo un taxi e intento marcar al peliverde pero el celular no tenía batería, aventó el celular dentro del mismo vehículo asustando al conductor por tal conducta aún así no dijo nada. Una vez llegaron a la dirección correcta Baguko aventó algunos billetes al conductor azotando la puerta al bajar.

(Pero de verdad que fui diota...Deku)

Bakugo abrió la puerta del departamento y se dirigió a toda prisa a la recámara al ver la cocina vacía pero allí no había nadie. Regreso a la sala y se sentó en el sofá apretando sus manos. Una caja llamo su atención, era pequeña y apenas colorida, la tomo en sus manos y al abrirla observó la pulsera tomando la nota dentro de esta.


Para alguíen especial que le da
calidez a mis días.

Bakugo apretó la pulsera ladeando los labios, se levantó en busca de sus cosas para irse a la UA. Tal vez más tarde le explicaria las cosas al peliverde y el lo perdonaría como siempre, pues el amor que su novio sentía podía más que cualquier molestia, le compraría algo delicioso y dulce y todo volvería a la normalidad.

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-Izuku me estás escuchando.

-Eh..Ah yo, lo siento señor estaba...

-¿Estás bien?

-Si, si, yo solo estaba pensando algo de la escuela.

-Menos mal, digo, al pobre vaso en tus manos ya llevas varios minutos lavandolo.

Deku se encogió y dejo el vaso sobre el escurridor secándose las manos.

-Si necesitas un tiempo puedes tomarlo.

-No, no hace falta, estoy bien solo fue un descuido mío.

-Bueno muchacho, entonces a trabajar que los clientes no tardan en llegar.

-Si señor.

Deku dejo salir un poco de su carga en un resoplido poniéndose a secar los vasos y copas para poder atender a los clientes.

(Tu puedes Izuku, relájate.
no pienses en nada más y
sonríe.)

L

a campanita del establecimiento sonó y después el rechinido que se produce cuando un cliente toma asiento.

-Buenos días mi nombre es Izuku y estoy a sus servicio, ¿Que bebida puedo servirle?

-Una margarita joven Midoriya.

El cliente entonces bajo la carta dejando ver un rostro algo demacrado, Deku con el rostro asombrado no pensó ver tan pronto al hombre que el mismo había tirado días atrás.

-Claro, un momento por favor.

El joven bartender vertió en la coctelera el zumo de limón, el tequila y el cointreau para paso seguido comenzar a agitar la mezcla, tras 15 segundos de agitación tomo una copa margarita ya escarchada para vertir el cóctel.

-Aqui tiene caballero, que lo disfruté.

All Might había acudido a aquel bar en busca de información sobre la liga de villanos, un informante había pasado el reporte de que la liga había asistido a ese lugar algunas veces pero nunca imaginó que ese chico pecoso trabajara ahí.

El tiempo paso y All Might comenzó a sacarle plática a Deku, conversación que se torno bastante agradable sin embargo un inquilino peculiar entro con una actitud que demostraba estar familiarizada con el lugar.

-Oye niño llama a tu jefe.

El chico con vestimenta oscura se recargo en la barra.

Me engañaste primeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora