Capitulo 14

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Todoroki se había quedado en la casa de Midoriya dos días después de que a este le dieron el alta y lo ayudaba con prácticamente todo, si bien Midoriya ya le había dicho que no hacía falta el rojiblanco no hacía caso.

-¿Cómo te sientes hoy?

-Como nuevo, con tantos cuidados siento que me volveré perezoso.

-Eso no estaría mal, yo puedo ayudarte.

-¿Y cuando te vayas quien lo hará?.

- Tu nov... Se que no debería meterme pero... Sinceramente pensé que tu novio vendría a verte.

Midoriya se encogió y apretó la sábanas en sus manos.

-El... Tiene cosas importantes que atender.

-No Midoriya, por mucho que así sea el debería darte importancia.

Midoriya sabía que Todoroki tenía razón pero como le explicaba que su novio era Bakugo, la misma persona que lo había negado y que sí bien apenas lo vio despierto se fue del hospital. Los ojos del peliverde se humedecieron y gotas saladas de sus ojos comenzaron a brotar, le dolía, no podía negarlo pero no podía hacer nada.

Cubrió sus ojos con ambas manos queriendo detener el llano pero era un acto inútil, en su lugar un par de brazos descubiertos lo enredaron por completo en un cálido abrazo.

-Midoriya por qué no te alejas, estoy seguro que alguien más está esperando por ti.

El más bajito de los dos atinaba solamente a negar con la cabeza tomando con sus manos la tela que cubría la espalda de Todoroki.

-Perdaname no quise tocar este tema. Será mejor que me retire y dejé que descanses, olvida lo que mencioné.

Todoroki tomo las manos del peliverde dejando un beso sobre las mismas.

-¿Aún podré... Molestarte por celular?.

-Las veces que quieras por qué no será una molestia sino un favor para mí.

Midoriya sonrió angelicalmente dejando una sensación de tranquilidad a Todoroki.

El pequeño pecoso paso dos días más en cama que no estuvieron totalmente llenos de descanso ya que tenía una carga de trabajo escolar algo larga por los días que estaba faltando a la escuela.

-Izuku voy a entrar.

-Si mamá.

-Afuera hay alguien buscándote.

-¿A mí?.

-Si, me dijo que hablaron en el café hace unos días y que se enteró de que estabas lastimado... Realmente no me da buena espina es un hombre algo extrañó.

Midoriya se acercó a su madre con paso lento.

-Tranquila mamá, es una buena persona.

El chico abrió la puerta de su casa dejando a la vista la figura del hombre delgado y casi moribundo.

-Hola, pase por favor.

-Gracias joven Midoriya.

Me engañaste primeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora