Capítulo 55

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-Todoroki.

El rojiblanco alzó la mirada del libro en sus manos prestando atención al pelirrojo.

-¿A dónde va Izuku todos los días?

-El… a ejercitarse.

La verdad es que ni él sabía bien lo que Izuku hacía, sin embargo, no invadiría el tema, dejaría que su pequeño novio le dijera las cosas de forma natural.

-¿De verdad? Vaya, si que es dedicado.

Sonrió al ver al pecoso entrar a la sala donde ambos estaban sentados. Ese era el último fin de semana que tenían antes de ingresar a la escuela nuevamente.

-Hola Kirishima.

Pasó al lado del pelirrojo y le apretó el hombro a forma de saludo, después se inclinó del lado del rojiblanco y dejó un beso en su mejilla.

-Hoy llegaste mucho más tarde que antes ¿Cómo te fue?

-Fue… cansado, pero todo parece estar listo, me preocupaba un poco mi inscripción escolar pero me han dado excelentes noticias.

-Me alegró por ti.

Izuku sonrió y dejó su mochila en el piso, después se dirigió a la cocina.

-¿Aún piensas en irte mañana Kirishima?

-Si, pienso que ya estuve mucho tiempo aquí, además en la noche de mañana llegan mis padres.

Kirishima se había quedado a pasar el resto de vacaciones en el departamento de sus amigos. Por obvias razones, ellos no le permitieron regresar a casa al saber que estaría solo. Su familia había decidido no regresar hasta que comenzaran las clases y en un ambiente tan solitario era muy obvio que Kirishima no iba a estar nada bien, además Bakugo lo buscaba sin importar qué, no había día en que no recibiera un mensaje.

-De acuerdo, por cierto… ¿Ya cenaron?.

Ambos se le quedaron viendo fijamente con ojos inocentes y negando al mismo tiempo.

-Muy bien, dejen la televisión y vengan aquí, hoy compré comida en un nuevo local cerca de aquí.

-Qué lástima, pensé que haríamos la cena y que Todoroki nos ayudaría a prepararla.

El pelirrojo recibió un almohadazo en la cara  como respuesta del bicolor.

-Te lo advirtió Kirishima…

-Huy, ¿Sabes qué da más miedo que tu advertencia?

-No, no lo sé.

-Pues yo sí, y es… ver cómo del horno sale humo y chispas para después escuchar como los huevos explotan como si de truenos se tratarán.

Dicho aquello, Kirishima salió corriendo, el libro que antes sostenía Todoroki salió disparado en su dirección, ante esto, Izuku no pudo seguir conteniendose y soltó su risa en voz alta.

El martes por la tarde Kirishima y Todoroki habían intentado cocinar, todo iba prácticamente bien con picar los ingredientes, pero quién iba a imaginar que Todoroki intentaría cocinar los huevos en el horno de microondas. Las alarmas antiincendios se activaron y terminaron empapando todo, incluidos ellos. Al final Deku terminó limpiando el reguero que habían hecho.

-Ya, basta los dos.

Los tres se sentaron a la mesa y se dispusieron a comer mientras decidían qué película ver. Aún podían darse el lujo de desvelarse todo lo que querían.

Al día siguiente Kirishima recogió las poquitas cosas que había acumulado en el departamento de ese par, se pusieron en marcha y en menos tiempo del que podían imaginar ya habían llegado a la casa del pelirrojo.

-Gracias por acompañarme.

-No hay de qué, fue un placer pasar tiempo contigo.

Después de un par de minutos se despidieron y Kirishima se adentro en la casa, no pudo evitar sentirse extraño. Cualquier lugar donde su mirada pasaba lo hacía recordar las acciones del rubio.

"Ven por tus cosas.
Las dejaré al pie del
buzón, aquí solo me
estorban."

Apretó el celular con fuerza pero se arrepintió al segundo, su fuerza fue poco valorada y terminó por romper levemente la pantalla del móvil. La respuesta a su mensaje no tardó en llegar, ya que su móvil vibró avisando la nueva notificación, aún así decidió pasar de largo y subir a su habitación. Sin embargo perdió el equilibrio de las piernas al abrir la puerta, ¿Cómo iba a olvidar lo que en ese lugar había sucedido?, Olvidar que había entregado su cuerpo a la persona que le había gustado desde su primer año no iba a ser fácil.

Aún con los ojos un poco rojos abrió la puerta de su casa y sacó  la mochila junto una bolsa negra algo pesada, todo eso eran pertenencias del rubio.

-¿De verdad quieres terminar todo?

Un escalofrío le recorrió desde la nuca hasta el final de su espina dorsal. Cuando abrió la puerta no pudo ver al rubio, pero ahora hablaba a sus espaldas. Inhaló y exhaló aire un par de veces para poder calmarse y no perecer.

-Yo no decidí nada, tú marcaste el camino de esta "relación". Desde el inicio no hubo decisión alguna que dependiera de mí. Así que no me vengas con ese cuento porque a final de cuentas tu me engañaste, o mejor dicho, nos engañaste. No hay nada que terminar en un lugar donde nada comenzó.

Con seguridad se volteó y vio la cara del rubio, le sonrió dejando caer aquellas cosas a sus pies..

-En la escuela no podré evitarlo, somos compañeros de clase. Llevemos la fiesta en paz allí, pero no me busques para nada que no sea realmente académico. Apliquemos el concepto básico del profesionalismo que estamos aprendiendo. Que te vaya bien, Bakugo.

Sin agachar la cabeza pasó al lado del rubio, dispuesto a entrar a casa, más la mano de Bakugo lo agarró fuertemente del brazo.

-Hablemos, por favor, no quiero terminar las cosas así, no contigo.

-Lo siento, así como no te importo el cómo me sentía contigo, a mí no me importa el cómo te sientes ahora conmigo.

Con brusquedad se jalo del agarre.

-Mientes, si te importa, se que yo te importo más de lo que quisieras.

Kirishima negó con la cabeza y cerró la puerta.

Me engañaste primeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora