Capitulo 31

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El lugar al que llegaron no fue en ningún aspecto decepcionante para Midoriya. Desde el inicio el servicio fue diferente, se dirigieron a Todoroki con respeto y se le dio paso directo a la zona vip.

-Eres un cliente habitual al parecer.

-Solo soy el hermano del encargado.

La familia Todoroki tenía varios negocios y dentro de estos estaba el florecimiento de los bares de alto prestigio de los cuales Natsuo estaba a cargó.

La zona privada en la que se encontraban tenía el efecto espejo, nada podía verse del exterior para adentro pero si de adentro hacia el exterior. La música electrónica sonaba a tope y el juego de luces ambientaba demasiado bien el lugar, los cócteles comenzaron a llegar de menor a mayor alcohol encendiendo cada interruptor en Midoriya.

El peliverde se levantó de golpe y comenzó a mover sus caderas de una manera suave, sabía que no estaba solo, dato que lo  ponía penoso sin embargo no quería contenerse. El rojiblanco desde su lugar se mantenía complacido por la vista, pero no era suficiente, y sin previo aviso tomó al pecoso de las caderas marcando un ritmo más movido, ese acto provocó que el contrarió perdiera toda pena comenzando a moverse más libre, más sexy, más cerca y eso a Shoto le encantó.

(Midoriya me vuelves loco.)

Todoroki aprovechó el calor para probar el sabor de Midoriya más allá de los labios. Mordió sus orejas, lamió su cuello, deslizó sus manos por debajo de aquella tela que cubría el abdomen del peliverde descubriendo las zonas erógenas que hacían estremecer a su compañero.

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Bakugo había llegado al departamento de Midoriya alrededor de las once de la noche, sí, era más tarde que ayer pero tenía la excusa perfecta para dar a su novio, sin embargo apenas entró a la habitación se dió cuenta que el lugar entero estaba solo. En un principio se sintió aliviado y se sentó en la sala a esperar a Midoriya, le haría un show y después le aceptaría sus disculpas, sin embargo sus planes se vieron arruinados cuando las horas comenzaron a pasar y no había una sola señal de que el peliverde llegará a casa.

-Maldito hijo de… No, no, no, debe estar en el trabajo.

(Debo llamarlo.)

Justo cuando buscaba entr3 sus contactos recordó que no tenía el número de Midoriya, se maldijo, tantas oportunidades y en ninguna había podido pedir el número.

Bakugo no pudo dormir en toda la maldita noche, deseo que así fueran a las seis de la mañana Midoriya llegará, quería reclamarle, dominarlo, escucharlo dar explicaciones y al final perdonarlo, sin embargo eso nunca sucedió, Deku no llegó

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Shoto estaba feliz, estaba en la habitación de hotel con un peliverde dormido en sus brazos, de cabellos revueltos y rostro adorable. El recocijo no cabía en su pecho, recordaba una y otra vez la noche tan activa que había tenido.

Entre pequeñas caricias y besos Midoriya fue despertando encontrándose con esos ojos bicolores.

-Buenos días Midoriya.

-Todoroki.

Deku se removió entre las sábanas acurrucándose en el pecho de Todoroki.

(Espera… ¿Dónde estoy?.)

Rápidamente se sentó en la cama asimilando lentamente todo lo que había ocurrido.

(Por dios.)

Todoroki se reincorporo a su lado masajeando su espalda viendo cómo Izuku cubría su rostro.

-¿Estás bien Midoriya?.

-Anoche, anoche yo…

-Te ganó el alcohol y te traje a descansar aquí, era demasiado para ir hasta tu casa.

-Debio ser un problema para ti, perdón.

-Tu no eres un problema para mí, dije que te cuidaría.

Todoroki lo acercó a su pecho tranquilizandolo,

Midoriya sabía que el rubio debía estar furioso pero le resto importancia, después de todo no tenía derecho a recriminarle y por una primera vez en su vida pudo disfrutar de una salida.

Me engañaste primeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora