Bestia Sedienta de Sangre

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Bajabas una escalera acompañado de la mujer con una nueva antorcha, al terminar de bajarlas llegaste a una zona similar a Yharnam pero más oscuro, abandonado y quemado, algunas pequeñas bestias aparecieron pero el fuego de la antorcha las alejó. Unos Licántropos pasaban cerca de ustedes pero el fuego los hizo retroceder.

- Hay que seguir - dijo María.

- Entendido - agregaste.

Ambos siguieron caminando, las bestias no atacaban debido al fuego que emanaba la antorcha. Viste bastantes escalones de piedra cuyo camino terminaba en una iglesia.

- ¿Una iglesia?

- ¿Será acaso la Iglesia del Buen Cáliz? - se preguntó María.

Bajaste los escalones, sentías que algo andaba mal y que sea lo que sea que hay detrás de esas paredes no va a ser bonito. Ya estabas a nada de llegar a la iglesia, te pusiste delante de la puerta, tenías algo de miedo por abrirla, temblaste un poco, resignado, abriste la enorme puerta y entraste junto a María. Dieron unos cuantos pasos y visualizaste a una bestia muerta.

Era similar a las otras bestias pero esta es muy delgada, tanto que hasta se le ven algunos huesos, verle el rostro era sumamente complicado ya que la piel de su espalda está desprendida haciendo que se le pueda ver su columna vertebral y carne en mal estado. Te le acercaste y levantaste un poco la piel viendo su rostro todo maltrecho y deforme.

- ¿Está muerta? - preguntó María.

- Supongo que si - fue tu respuesta.

María también se acercó al cadáver de la bestia y empezaría a tomarle el pulso, no había señales de que seguía viva por lo que ella se alejó un poco del cadáver.

- Está muerta, esto fue en vano.

- Bueno, lo intentamos.

Te preparaste para irte y escuchaste un extraño sonido, volteaste tu cabeza y podías observar como la bestia lentamente se levantaba. Aún seguías sorprendido al ver cómo esa bestia te rugió y te atacó con sus afiladas garras logrando hacerte un corte en el pecho.

La bestia volvió a rugir solo para ser atacada por la Chikage que logró hacerle un buen corte en una de sus patas delanteras. La bestia rugió de dolor y empujó a María, intentaste ayudarla pero la bestia te agarró por el rostro y arrojó contra una columna, usaste un vial para curarte y volver a atacar, los tajos de la sierra hacían daño pero no el suficiente por lo que la bestia dejó de atacar a la mujer para enfocarse en ti.

María aprovechó la situación para atacar por la espalda pero la bestia agarró a la mujer con su pata trasera mientras que a ti te agarraba con una de sus patas delanteras. Ambos fueron alzados y arrojados hacia unas columnas.

- Estamos jodidos.

- Cállate, hazme el favor.

Ambos se levantaron y la bestia ya estaba al frente de los dos cazadores, te pusiste a la defensiva pero fuiste mandado lejos. La bestia atacó a María pero falló al intentar golpearla. La velocidad de la mujer era aún más alta, era como si estuviera desapareciendo y apareciendo muy rápido. En un rápido movimiento, la bestia logró hacerle un tajo a la mujer y la derribó para luego abalanzarse sobre ella y empezar a atacarla con sus garras.

Corriste rápido hacia la bestia y clavaste la sierra en su espalda haciéndole rugir de dolor por lo que dejó de atacar a la mujer para atacarte a ti también, sus garras desgarraban algunas partes de tu ropa, apuntaste tu arma y jalaste el gatillo aturdiendo a la bestia, clavaste tu mano en el cuello de la bestia y la sacaste con fuerza, te percataste de que la bestia no tenía sangre sino un raro líquido.

Amor Entre Cazadores (Lady María x Lector)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora