Amor Entre Cazadores (Lady María x Lector)

Final 3: Un Juguete Más.

Venator

Ah mi supra venata

Anima tor feci si vre re mal

Venare insidiosus

Mira tenebrarum

Hic sic scitis miserere aeterna

La Torre del Reloj Astral está muy callada como de costumbre, suspiraste, te pusiste de pie y te acercaste hacia el altar improvisado que le hiciste a María, rezaste al altar, dejaste una flor de Lumen cerca del mismo y fuiste a la lámpara cercana que te llevó al taller del Sueño del Cazador que estaba ardiendo, no podías comprender el porqué, buscaste desesperadamente alguna forma de apagarlo pero no podías, repentinamente la Muñeca apareció.

- Buen cazador, es bueno verte a salvo.

- Gracias Muñeca... Sabes, me recuerdas a ella.

- Estoy inspirada en su aspecto, fruto de la obsesión de un hombre por una sola mujer.

- Entiendo... Supongo que tendré que hacer algo al respecto.

Un incómodo silencio se hizo presente, miraste a otro lado mientras que la Muñeca solo te miraba fijamente.

- Buen cazador, Gehrman te espera debajo en el gran árbol. - dijo la Muñeca.

- ¿Que quiere de mi? - le preguntaste a la Muñeca.

- No lo sé, el solo quiere verte para decirte algo. - te respondió la Muñeca.

- Entiendo, gracias.

Caminaste hacia el portón, viste que estaba abierto, te adentraste al campo de flores blancas y debajo del gran árbol estaba Gehrman sentado en su silla de ruedas, caminaste hacia el anciano.

- Novato, lo has hecho bien, la cacería se acerca a su fin. Ahora te mostraré misericordia. Morirás, olvidarás el sueño y te despertarás bajo el sol de la mañana. Serás liberado de este terrible sueño de cazador.

- ¿La olvidaré a ella?

- Lamentablemente si.

- Pues no quiero, me duele mucho recordarla pero no quiero olvidarla... Ella me enseñó todo lo que sé y olvidarla aliviaría mi dolor, pero no mi tormento, perdón Gehrman pero rechazo la oferta de irme.

- Novato. Comprendo el dolor por el que pasas, pero debe de haber algo más que te impulsa a llegar a esa conclusión ¿Fue la cacería? ¿La sangre? ¿O el horrible sueño? Oh, no importa... Siempre depende del ayudante limpiar después de este tipo de desastres. - dijo Gehrman poniéndose de pie mientras preparaba su guadaña y un trabuco. - Esta noche, Gehrman se une a la cacería...

El anciano te miró, hiciste lo mismo, la Luna iluminaba el campo, sacaste lentamente la Rakuyo y tiraste su funda lejos.

- María...

- Ella ya no está Gehrman, se fue, yo la maté... - le dijiste al anciano con la cabeza baja.

- Si... Pero que uses sus ropas me hace recordarla, no fui capaz de superar que ella se haya ido.

- Lo siento Gehrman.

- No te disculpes, los Viejos Cazadores cometieron un gran pecado, las consecuencias fueron esas, tu no tienes nada que ver.

- Pero igual la culpa es mía, yo la maté.

- Entiendo, ambos no podemos olvidarla.

- Puede que tengas razón.

Te quedaste callado al igual que Gehrman, ambos cazadores levantaron su cabeza mirándose, un pesado suspiro salió de tu boca mientras que Gehrman caminaba.