Convocatorias a Cainhurst.

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Ecos de Sangre: 63194

Mirabas asustado a los enormes seres que estaban en los edificios de Yharnam. Sus múltiples brazo y ojos te daban una mezcla de horror y asco. María por otro lado se mostraba indiferente a los seres

- Amygdala, te vuelvo a encontrar - habló María mirando al ser.

- ¿Amygdala? - preguntaste.

- Si, son parte de los Grandes. Por así decirlo son dioses menores, bastantes peligrosos y con capacidades misteriosas - respondió María.

- ¿Porque están aquí?

- Siempre lo estuvieron, no los has visto debido a tu bajo conocimiento, pero yo y los Viejos Cazadores al tener un amplio conocimiento logramos verlos e interactuar con ellos de una manera u otra.

- ¿Como lo hacen?

- Es complicado de explicar, no importa por ahora, sigamos, pero antes dejame hacer algo.

María sacó de un bolsillo una caja muy pequeña y de esa cajita sacó un cigarrillo que procedió a fumarlo, ella expulsó el humo por su boca y volvió a fumar.

María sacó de un bolsillo una caja muy pequeña y de esa cajita sacó un cigarrillo que procedió a fumarlo, ella expulsó el humo por su boca y volvió a fumar

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- María.... Eso hace mal a la salud.

- No te preocupes por mí, solo lo uso cada tres meses o cuando estoy demasiado estresada.

La mujer siguió fumando hasta que terminó de hacerlo y tiro lo que quedaba del cigarrillo al suelo procediendo a apagar la colilla con su bota y seguir caminando, largaste un leve suspiro y también la seguiste. Ambos bajaron por unas escaleras y vieron una puerta de madera.

- Está cerrada.

- Hazte a un lado Novato.

Hiciste lo que pidió la mujer y ella pateó la puerta rompiéndola sin dificultad. Entraste después de la mujer y malos recuerdos de aquel Licántropo junto al oscuro lugar reaparecieron. Caminaste unos cuantos pasos y fuiste recibido por el cadáver del Licántropo que te atacó cuando despertaste. Los trozos de cristal aún estaban incrustados en su mandíbula.

- Prefiero no ver esa cosa - murmuraste mirando para otro lado.

La cazadora agarró un frasco y miró su contenido para luego dejarlo donde estaba y seguir explorando por el lugar pero solo encontraba más frascos, camillas, y otros objetos que desconocía su funcionamiento. Subieron unas escaleras y abrieron otra puerta siendo recibidos por un raro ser de piel celeste y con una cabeza algo grande para su cuerpo. Usaste la sierra dentada y mataste al ser, su cuerpo cayó sin vida al dejando caer un Vial de Sangre amarillo, agarraste el objeto y lo guardaste en tu bolsa.

- ¿Y eso? - preguntó María acercándose a una mesa donde estaba un sobre con un sello rojo que reconoció al instante.

- Es solo una carta, no es para tanto.

Amor Entre Cazadores (Lady María x Lector)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora