Amor Entre Cazadores (Lady María x Lector)

Bosques Prohibidos.

Caminabas al lado de María sin decir una sola palabra, tus pasos terminaron al ver a Alfred parado cerca de un altar vacío. María se quedó observando pero en cambio el hombre observaba a los dos.

- Cazador, que bueno verte a salvo, ¿Todo bien? - preguntó Alfred.

- Saludos Alfred, y si, todo va de maravilla, ¿Y tu?

- También estoy bien, solo estoy buscando alguna manera para ir al Castillo de Cainhurst.

- ¿Porque lo estás haciendo?

- Debo acabar con la reina Annalise, su presencia hace constante daño, si ella cae, los Sangre Vil también lo harán.

- ¿Sangre Vil?

- Son una gran amenaza latente, son capaces de absorber la sangre de sus víctimas y normalmente suelen vestir ropas muy pomposas con aires de antigüedad, si ves uno, mátalo, no debes dejar que vivan, mi maestro dio su vida y se convirtió en un mártir para sellar a la reina Annalise.

María entrecerró los ojos a la vez que bajaba por una escalera de caracol.

- Lo siento Alfred, me encantaría oír más sobre ti pero me tengo que ir.

- Entiendo..... Buena suerte Cazador, que la buena sangre te guíe.

- Que la buena sangre te guíe a ti también.

Bajaste por la escalera siguiendo a María pero ella estaba parada en frente de una gran puerta cerrada.

- Llegaste, sigamos.

María golpeó levemente la puerta y una voz sonó.

- La contraseña......

- Teme a la Sangre Antigua.

La puerta se abrió lentamente dejando a ambos cazadores pasar, al entrar vieron un cadáver en un estado bastante avanzado de descomposición, te dió algo de repulsión pero lo ignoraste para bajar una larga escalera de caracol. Al llegar al fondo de las escaleras viste una puerta abierta que llevaban a un bosque, traspasaste la puerta y verdes árboles junto a caminos de tierra y rocas se hicieron presentes.

- Los Bosques Prohibidos, este es el camino más corto para Byrgenwerth, tardaremos un día aproximadamente, eso sí no llueve, porque en esta zona suele llover bastante feo - habló María caminando.

- Creo que eso es mala señal - dijiste mirando el cielo y ver grandes nubes negras.

- Sigamos, el camino hacia Byrgenwerth será algo largo.

No respondiste y seguiste caminando por una bajada, llegaste a unos caminos de piedra que seguía por la derecha. Tus pasos llegaron a una colina, subiste la colina encontrando unos fragmentos gemelos de piedra de sangre. Bajaste cuesta abajo y llegaste al centro.

- ¿Izquierda o derecha? - preguntó María.

- Derecha - fue tu respuesta.

Ambos fueron por la derecha caminando por una subida, el bosque a pesar de ser algo tenebroso es bastante calmado, aunque también el silencio del lugar te ponía alerta. Seguiste subiendo y viste una bestia crucificada prendida fuego, continuaste subiendo solo para llegar a un camino bloqueado por una enorme pared de piedra.

- Camino equivocado - dijo María.

- ¿No era que sabías de este lugar? - preguntaste.

- Claro que lo sé, solo es que estar tanto tiempo fuera de Yharnam me hizo olvidar de algunas cosas.

- Ya veo.

Volviste por donde habías llegado, al bajar por la colina llegaste a una lámpara. Encendiste la lámpara pero no volviste al Sueño del Cazador. Viste un estrecho puente pero una bala rozó tu hombro derecho.