Nodriza de Mergo.

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Saliste de un ascensor acompañado de María. Ambos cazadores caminaron con toda la calma del mundo hasta que llegaron a una escalera de la cual bajaron tres Sombras de Yharnam. Una de ellas al verlos se abalanzó solo para ser partido a la mitad por la Chikage, la segunda sombra atacó y la mataste con la Rakuyo. La tercera sombra lanzó bolas de fuego pero solo atrasó lo inevitable y murió a por un tajo de la espada de la mujer.

- Esas sombras son más débiles que las de los bosques - afirmó María.

- Si, algo anda mal aquí. - agregaste.

Seguiste caminando alcanzando a ver a un cerdo de espaldas. Te acercaste hacia el cerdo de una manera sigilosa, preparaste la Espada Sagrada de Ludwig y lo atacaste sin parar hasta matarlo.

- ¿Seguimos?

- Sí.

Retomaste el camino topándote con dos cerdos pero estos tenían muchos ojos lo que te dió demasiado asco. Los cerdos chillaron y se echaron a correr hacia los cazadores, evadiste de milagro la embestida del cerdo y éste último se estrelló contra una pared y su hocico junto a todos sus dientes se rompieron.

Te diste la vuelta y viste como el otro cerdo fue asesinado por la espada de la mujer. El cerdo chilló asustado y se alejó de los cazadores. Miraste a María y ella hizo lo mismo para después ambos levantar confundidos sus hombros y retomar el camino.

- Cuánta tranquilidad. - dijiste.

- Si, es algo bueno y constante de las cacerías pero eres recompensado con un hermoso amanecer. - respondió María.

- Yo no necesito un hermoso amanecer porque ya tengo a la más hermosa a mi lado.

María se puso roja al oírte decir eso y miró para otro lado, los pasos de ambos siguieron y un grupo de Sombras de Yharnam se hizo presente haciendo que te prepares para lo peor.

...

Jadeabas algo cansado mientras que María no mostraba signos de agotamiento, lentamente recuperaste el aliento y retomaste tu caminar. Los pasos cesaron al ver un mujer pálida con ropa de novia manchado de sangre en su vientre y que no paraba de mirar hacia el vacío. Miraste en la dirección que ella miraba pero solo veías un edificio acompañado de los llantos de un bebé.

- Otra vez ese llanto.

La mujer de blanco extendió sus manos como si quisiera algo o alguien que esté ahí. Caminaste hacia el edificio con María a tu lado, al entrar viste una palanca que jalaste mientras oías el sonido de un ascensor bajando.

- Novato, ¿Ocurre algo? Estás temblando.

Tus piernas temblaban del miedo que sentías por lo que sea que haya arriba pero al sentir las manos de María acariciando tus hombros y esas caricias se volvían masajes.

- Tal vez esto te calme.

Las manos de la mujer eran de verdad muy buenas, podías sentir todo el miedo y nervio desaparecer. El masaje se detuvo y sus brazos rodearon tu cuello.

- ¿Te sientes mejor, mi aprendiz? - preguntó María.

- Si.... De maravilla.

- Perfecto, ahora sigamos.

Subiste al ascensor acompañado por María, el ascensor subió lentamente, te sentías demasiado calmado y algo incómodo por el silencio del lugar, el ascensor llegó a su destino y bajaste. Caminaste por un pasillo que llevaba a un patio circular con algunos huesos en el suelo y de nuevo el llanto del bebé sonó, viste un cochecito para bebé y te le acercaste solo para darte cuenta que no había ningún infante.

Amor Entre Cazadores (Lady María x Lector)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora