Cita doble (Parte I)

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Una vez en el trabajo, Claire no pudo quitarse de la cabeza el desayuno junto a Evan y Amy

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Una vez en el trabajo, Claire no pudo quitarse de la cabeza el desayuno junto a Evan y Amy. A penas hacía unas horas que se había besado con él, durmiendo incluso juntos, para poco después enterarse de que tenía algún tipo de relación con aquella preciosa chica rubia de piernas increíbles, Amy, que además era un encanto.

Entendía por qué a Evan podía gustarle. Aunque cuando la vio abrazarle frente a la puerta del apartamento sintió una punzada de celos, luego se convenció de no querer entrometerse entre ellos o causar problemas. ¿Y cuál había sido su mejor idea para cumplir con eso? Aceptar una cita doble que Amy ya estaba organizando para aquella misma noche con un conocido suyo.

No sabía cómo iría aquel encuentro, al que ni siquiera sabía todavía si iba a ir, y por extraño que pareciese en una situación como aquella, en lo que menos pensaba Claire era en el chico que, supuestamente, seria su pareja. Por mucho que intentase no pensar en ello, no darle importancia, se moría de ganas de ver cómo Evan reaccionaba al verla con otro, igual que ella había experimentado aquella mañana. Ni siquiera era consciente de cuál era la finalidad de aquello, pero de pronto tuvo las mismas ganas de ir que de inventarse una estúpida excusa para poder quedarse en casa.

Para terminar de aclararse, habló con Lucy y Maddie a la hora del almuerzo. Ambas irían a su casa por la tarde para ayudarla a decidirse por ir o no. A Lucy no pudo explicarle casi nada por teléfono, pero esta no dudó en aceptar.

Aquella mañana Claire tuvo varias reuniones con su equipo y algunos nuevos clientes. Pronto sería la gala inaugural de la sede londinense y, además, debían preparar un desfile para una marca internacional importantísima. Le hubiese encantado encargarse ella misma, pues le encantaba la moda y le entusiasmaban los desfiles y la diseñadora para la que lo harían, pero estaba tan ocupada con el resto de proyectos que tuvo que delegar aquel en Dana, pues era la que más experiencia tenía en ese tipo de eventos.

Evan tampoco estuvo demasiado centrado en su trabajo durante su turno. Se sentía estúpido por no haberle podido explicar a Claire lo que realmente era Amy para él, pero también se planteó el por qué tendría que darle explicaciones. Algo en él le hacía creer que así debía ser y eso también le causó cierto desconcierto e incomodidad. Eso, junto a la molestia que le había provocado el ver el interés que su vecina parecía tener por el amigo fotógrafo de Amy, formaron el coctel perfecto para que se pasase toda la mañana malhumorado e intentando inventar cualquier cosa que le permitiese no asistir a la cita a cuatro de aquella noche. No le apetecía ver a Claire con otro, pero era tanta la curiosidad que le causaba el ver cómo ella se comportaría con los hombres tantos años después y de asegurarse de que no sería un capullo con ella que, finalmente, se convenció a ir.

Salió tarde del trabajo, pero Claire consiguió llegar a casa al menos con el tiempo justo para ducharse antes de que sus amigas llegaran. Todavía con la toalla rodeando su cuerpo, las dos muchachas llamaron al timbre. Entraron al apartamento formando un buen alboroto, pues Lucy había interrogado a Maddie por el camino y esta no había querido contarle nada antes que Claire. Sin embargo, no se cortó en dejar a la pelirroja con las ganas.

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