Cuando al fin se puso frente al espejo tras dejarse vestir, peinar y maquillar por sus dos amigas, se quedó sorprendida. El vestido burdeos de manga larga y hombreras, con escote de pico que le llegaba hasta por encima de las rodillas realzaba sus curvas a la perfección. En un principio se negó a ponérselo, pues creía que iba a ser demasiado provocativo, pero al ver lo sugerente y a la vez elegante que le quedaba no pudo alegrarse más de comprobar que tanto Lucy como Maddie tenían muy buen gusto.
—Estás increíble, Claire —la sonrió Lucy cogiéndola por los hombros.
—Y que lo digas —le dio Maddie la razón—. Si supiese que tengo alguna oportunidad contigo, ahora mismo te tiraría los tejos.
Tanto Claire como Lucy la miraron sonriente, sorprendidas por aquella declaración. La joven aspirante a actriz levantó sus manos a modo de inocencia y se decidió a confesar lo que para ella no era ningún secreto.
—Sí, preciosas, soy bisexual y si esta noche me encontrase a Claire en un pub no dudaría en echarle mi miradita seductora
—Qué suerte —comentó Lucy—. Tienes el doble de oportunidades de ligar.
—No te creas. La cosa está mal a ambos lados de la acera.
—Pues imagínate si solo estás en una —se compadeció Lucy de nuevo.
—Si quieres te enseño la acera de enfrente cuando quieras —jugó ella, dejando a Lucy sin más reacción que una risa.
—Os agradecería que no ligaseis en mi vestidor —se quejó Claire, aunque acompañando su queja con una risa—. Y gracias Maddie por el cumplido, pero me están temblando las piernas. No creo que sea buena idea ponerme esos tacones.
—Oh, claro que te los vas a poner —insistió levantándose del puff en el que estaba sentada—. Y caminarás igual de segura que lo haces cada mañana con los tacones que te pones para ir al trabajo.
Pocas conversaciones y risas después sus amigas se fueron. Había quedado con Amy, Evan y Ben, su cita, a las ocho y media en su mismo portal. Decidió bajar cinco minutos tarde, pues no quería toparse a Evan en el ascensor o quedarse esperando a solas con él a sus parejas de aquella noche. Por suerte, cuando llegó a bajo ya había tres personas hablando, pudiendo identificar poco a poco a quienes iban a ir a cenar aquella noche con ella.
Primero se fijó en Evan, a quien encontró especialmente guapo aquella noche, pero se obligó a mirar al otro chico en cuanto los tres escucharon sus pasos y se giraron para verla. El que era Ben sonrió tras mirarla de abajo a arriba sin perderse detalle, pero lo que la incomodó no fue eso, sino el mismo recorrido que hicieron dos esferas azules sobre su cuerpo.
—Estás preciosa, Claire —la saludó Amy con un beso en la mejilla—. Un día tenemos que ir juntas de compras. ¡Tienes muy buen gusto!
—Tú también estás muy guapa, Amy —contestó ella pensándolo de verdad. Amy llevaba un sencillo vestido negro bajo su abrigo, pero tenía tan buen cuerpo que hasta con una cortina se hubiese visto perfecta.
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Siete vueltas al sol
RomanceGANADORA WATTYS 2022 Después de un último año de instituto fatídico, Claire decidió marcharse a estudiar a Nueva York, aprovechando para huir de todo y poder dejar en Londres ese pasado que tanto dolor le causaba. Sin embargo, siete años después y y...