Capítulo 23: Barbaridades.

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Capítulo 23: Barbaridades.

- Alicia dijo que hoy estábamos obligados a ir al refugio para comer con Hugo, Sergio y Raúl.- dijo Harry cuando salió de la ducha.- ¿Quiénes son ellos? ¿Qué es el refugio?

Bárbara estaba tumbada en el sofá, con las piernas en el respaldo y la espalda contra el asiento, como de costumbre.

- Son mis amigos. El refugio es donde nos solemos reunir, el nombre es para darle un toque a película.- hizo un gesto con la mano.- De todas formas, si no quieres ir no vamos. Alicia lo entenderá.- paró un segundo.- Bueno, no lo entenderá. Pero que se aguante.

- Oh, sí quiero ir. Tengo curiosidad. ¿Por qué todos tus amigos son hombres?- preguntó. Esperó que no notara el matiz de desagrado en su voz.

- Sencillo: te diviertes más con ellos y no son falsos.- contestó ella con simpleza.

- Pero pueden intentar cosas que no son de amigos.- agregó él. Bárbara soltó una ligera carcajada.

- Tranquilo, tengo muy claro qué chicos son mis amigos y qué chicos podrían ser algo más. Y ellos también.

«¿Y yo en qué grupo estoy? No lo tengo tan claro.» Quiso decir. Pero no lo hizo.

- ¿Cuándo te vas de España?- ella cambió de tema.

Harry la miró arqueando las cejas.

- ¿Ya me quieres echar? ¿Tanto te molesto?

Bárbara abrió la boca y le pasó un brazo por encima de los hombros a Harry.

- No digas tonterías.- susurró.- Sólo quiero hacerme a la idea de que ya no estarás aquí. Ya sabes, los vecinos me quieren ahora que tengo un amigo famoso. Preguntarán por ti, estoy segura.- bromeó.

La palabra amigo se le clavó a Harry en el alma. Ya sabía en qué grupo estaba. Intentó sonreír.

Lo que él no sabía era que a ella tampoco le había hecho nada de gracia pronunciarla.

- Me voy mañana. Mi agenda no está precisamente vacía, pero hice un hueco para venir a verte.- rozó con su dedo la punta de la nariz de Bárbara y ella sonrió.

- Te echaré de menos.- confesó la peliazul.

- Ven conmigo.- dijo él sin pensarlo.

- ¿Qué?

- Ven conmigo a Londres.

- No.- respondió sin dudar.

Él frunció el ceño y sus hombros cayeron, estaba claramente decepcionado.

- ¿Por qué?

- Lo siento, Edward. Tengo responsabilidades aquí. No me puedo ir, aunque de verdad me gustaría.

- Tus responsabilidades lo comprenderán, Marie. Ven conmigo.- repitió.

Bárbara se estiró en el sofá y se puso seria. ¿Acaso él pensaba que podía irse y dejarlo todo? Tenía que ocuparse de Ed, los ensayos con Ariel y Luisa, ir al orfanato cada jueves, buscar un nuevo trabajo al que le gustara dedicarse, no dejar a Alicia sola, etc. Y todo lo tenía que hacer ella sola, sin ayuda de nadie. Porque eso es lo que ella quería.

- Eso lo dices porque a ti todo el mundo te comprendería, porque mucha gente se ha preguntado cómo sería ser tú y llevar tu vida. Se han puesto en tu lugar. Pero nadie se ha preguntado nunca cómo es ser yo. Como es tener que ser independiente prácticamente desde que nací. Como es tener responsabilidades y hacerlas sin que nadie te recuerde nada. Como es tener que pasar de la gente que te juzga por tus estúpidas rarezas que nadie comprende, ni siquiera yo misma. Y cómo es tener que hacer todo esto sin recibir una pizca de cariño por parte de nadie. Lo siento, Edward, pero nadie lo comprendería.

Harry se quedó sin habla. Ella tenía razón en todo. Siempre veía a la Bárbara loca y divertida, pero nunca había pensado en cómo era Bárbara cuando no estaba siendo la Bárbara loca y divertida. Ese fue su primer error.

- A mi me gustan tus Barbaridades.- le dijo. Ella lo miró y sonrió.

- ¿Mis qué?

Bajó la mirada - Oh... Lo he pensado mucho en mi mente. Las barbaridades son las cosas excesivas, increíbles. Y Barbaridades, con 'B' mayúscula, son tus cosas excesivas e increíbles. Es la palabra perfecta, porque parece una derivación de tu nombre. Ya sabes, Barbaridades de Bárbara.

Ella sonrió mordiéndose el labio y soltó un pequeño grito de emoción.

- ¡Edward! ¡Me encanta! -se abalanzó sobre él y lo abrazó, eufórica.- ¡Es tan perfecta que te besaría!

«Hazlo, por favor. Hazlo.» suplicó Harry en su mente. Le devolvió el abrazo con torpeza y la apretó contra sí.

- Me alegro de que te guste.- musitó, sonriendo.

En aquel momento, el teléfono de Bárbara sonó. Ella se zafó de su agarre para cogerlo. Harry suspiró pasándose una mano por el pelo.

Alicia:

VENID AL REFUGIO

YA MISMO.

- Creo que realmente tenemos que ir con Alicia.- le dijo a Harry.

****

Media hora hora más tarde, después de que Bárbara se duchara y preparara en tiempo récord, salían del departamento camino al refugio. Harry llevaba una sudadera con capucha puesta y gafas de sol para que no lo reconocieran. No iban a coger el coche porque el refugio estaba muy cerca de la casa de Bárbara.

Los dos anduvieron rectos por una calle. Bárbara andaba a trompicones, algunos de sus pasos eran demasiado cortos y otros demasiado largos. Iba mirando al suelo en cada momento. Harry la observaba con confusión. No comprendía por qué andaba así. Tenía que relantizar el ritmo de sus pasos para no ir por delante de ella, hasta que finalmente se dio cuenta de por qué la peliazul caminaba así.

- ¿No pisas las líneas del suelo?

Ella suspiró y se pasó las manos por los brazos con preocupación y apuro. Paró de andar y lo miró. Sus ojos reflejaban impotencia.

- Lo siento. Es muy estresante, lo sé. Daniel no lo soportaba. Si quieres te puedo decir adónde vamos y te adelantas tú. No me importará, te lo juro. Soy muy maniática con esto. Debo erradicarlo, pero no puedo.- su palabras se atropellaban. Harry la calló poniendo una mano en su mejilla y acariciándola. Le sonrió tratando de tranquilizarla.

- Es una nueva Barbaridad recién descubierta por mi. Tranquila pequeña, ya sabes que me encantan. Yo tampoco pisaré las líneas.

Bárbara observó con asombro cómo Harry empezaba a andar sin pisar las dichosas líneas del suelo. Caminaba de un lado a otro -casi en zig zag- y la verdad es que parecía un poco ridículo. Se preguntó si ella se vería así cuando andaba, pero en ese momento le dio igual.

Entrelazó sus dedos con los de Harry y juntos comenzaron a andar a trompicones, sin que las suelas de sus zapatos tocaran ni una sola línea.

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Awwww son tan raramente monos❤️

Me gustaría que me dierais vuestra opinión sobre Bárbara, ¿qué pensáis sobre ella?

¡Besos!

- Magda.

El chico del ascensor » EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora