El chico del ascensor » EDITANDO

Capítulo 42: Celos.

Capítulo 42: Celos.

Aquella noche Harry insistió en ir a una fiesta de gente famosa. Bárbara al principio se negó, no quería sentirse fuera de lugar. Pero finalmente accedió. Se vistió con un precioso vestido blanco que había llevado a Londres por si una ocasión así se presentaba, se calzó unos tacones a juego para no sentirse una enana y se maquilló.

Un chófer los llevó hasta la fiesta. Cuando estuvieron en el lugar, Harry pasó un brazo por su cintura, sujetándola de forma posesiva. Bárbara fingió no darse cuenta, pero su estómago hormigueaba. Estos actos por parte de Harry la confundían, pero siempre los dejaba pasar. Pensó que lo haría con todas.

Sacó su teléfono móvil y, sin que él se diera cuenta, escribió a Alicia.

Bárbara:

estoy en una fiesta de famosos con Harry

creo que acabo de ver a Taylor Swift por ahí.

incómodo.

Guardó el móvil de nuevo cuando una morena se presentó ante ella y Harry y comenzó a hablar con ellos. Más que con ellos, con él. Pero Bárbara no se sintió excluida, ya que la mano de Harry seguía en su cintura.

Analizó a la chica. Sacó sus propias conclusiones y pensó que sería modelo. Era preciosa. Tenía una sonrisa perfecta, unos ojos llamativos y un cuerpo esbelto. Perfecta. Y ella... Ella sólo era Bárbara.

La morena puso su mano en el brazo de Harry. Contacto innecesario para el gusto de Bárbara. Ni siquiera estaba prestando atención a la conversación que los otros dos habían entablado.

- ¡Qué gracioso!- rió tontamente ella por algo que habría dicho Harry. La peliazul movió su piercing de la lengua de un lado a otro, sintiéndose más molesta de lo que debería sentirse.

Harry se disculpó un momento con ellas para ir a saludar a un amigo. Se creó un silencio incómodo. La tensión era palpable, hasta que la muchacha miró a Bárbara y le sonrió falsamente.

- Debe de ser interesante ser la amiga de Harry Styles. Te debes de enterar de muchas cosas personales sobre él.- dijo, claramente burlándose. Bárbara apretó la mandíbula por la forma en la que ella había pronunciado amiga.

Sin embargo, sonrió lo más ampliamente que pudo, intentando parecer amable.

- Oh, la verdad es que sí. Te enteras de cosas que no todo el mundo sabe. ¿Sabías que un koala le pegó una enfermedad de transmisión sexual?- la morena amplió sus ojos- Hay que ver la de cosas curiosas que pasan en la vida, ¿eh?- preguntó de manera casual.

En ese momento Harry volvió, miró a las dos y les sonrió. La otra chica se fue al instante con expresión horrorizada, de repulsión, como si Harry tuviera la peste y mientras Bárbara intentaba contener una enorme carcajada. Su plan había funcionado.

Él frunció el ceño, confundido. Pero no miró a la desconocida irse, sino que fijó su vista en la peliazul.

- Mejor que no pregunte, ¿no?

Ella asintió con la cabeza, haciendo verdaderos esfuerzos por no reír. Harry sonrió al ver su expresión divertida.

¿Qué habían sido esos celos? Nunca había sido celosa, ¿por qué ahora sí? Además, Harry y ella ni siquiera eran algo. ¿Por qué había hecho eso, entonces?

Si una mezcla de sentimientos furiosos y tristes la habían sacudido cuando esa chica había coqueteado con él un poco, ¿cómo se sentirá cuando él tenga novia? Aunque Harry no le había devuelto el coqueteo, ¿no? En todo caso, ¿qué más le daba a ella? Sólo era Bárbara...