El chico del ascensor » EDITANDO

Capítulo 5: Las chicas atrevidas de los cabellos atrevidos.

Capitulo 5: Las chicas atrevidas de los cabellos atrevidos.

Bárbara:

hola, chico del ascensor :)

Dejó el teléfono encima de la mesa del comedor. Estaba muy cansada y le dolía la cabeza. Se sentía devastada. Aún la invadía la tristeza por los acontecimientos del día anterior. Ni siquiera tenía hambre, pero se obligó a sí misma a comer un sándwich mixto.

Bárbara:

te necesito.

Alicia:) :

en cinco minutos estoy en tu casa, cariño

Y en cinco minutos, allí estaba. Bárbara abrazó a su mejor amiga en cuanto entró. Alicia supo enseguida que algo pasaba, ya que la cariñosa de las dos era ella, no Barbie.

La peliazul le contó con un nudo en la garganta lo sucedido con Daniel, que se había quedado sin trabajo y encerrada en un ascensor con un desconocido. También le contó su confusión cuando esta mañana había despertado en una cama desconocida, con un desconocido mirándola. Se ahorró los detalles y contó todo por encima. A la pelirroja no le sorprendió que su amiga no llorara, aunque sabía que ganas no le faltaban. Bárbara no solía llorar, ni siquiera delante de su mejor amiga.

Cuando terminó de contar todo, Alicia soltó una gran cantidad de insultos y maldiciones hacia Daniel que hicieron reír a Bárbara. Ellas juntas eran imparables. Eran las chicas atrevidas de los cabellos atrevidos. No dejaban de reír y de hacer locuras ni un solo momento. No obstante, cuando una necesitaba el apoyo de la otra, ninguna dudaba en hacer todo lo posible por mejorar el estado de ánimo de su mejor amiga.

Sabían todo sobre la otra. No se ocultaban nada. Se conocían mejor que cualquier otra persona. Bárbara sabía que Alicia quería desesperadamente que alguien la quisiera y Alicia sabía que Bárbara era una loca sin remedio a la que nadie podría parar jamás.

El teléfono de Bárbara vibró y ésta lo revisó.

Harry:

¿cómo te encuentras?

Bárbara:

ahora mejor, gracias:)

Harry:

me alegro, nena ;)

Alicia le arrebató el teléfono de las manos.

— ¿Quién es Harry?— miró con las cejas alzadas a su amiga.

— El chico del ascensor.— se encogió de hombros.

— ¿Le diste tu número?—Alicia fulminó con la mirada a Bárbara.

— Prácticamente me lo arrebató. Es un chico interesante, y muy guapo. Me hizo reír y no me dejó tirada durmiendo en el ascensor.

— Con que es guapo...— la pelirroja sonrió.

— ¡Alicia! No pienses tonterías, ni siquiera he aclarado las cosas con Daniel.

Su amiga mostró seriedad.

— Tienes razón, lo siento. Aunque no te vendría mal seguir hablando con el tal Harry, no quiero que te vuelvas antisocial por lo de Daniel. Sé que te ha afectado mucho, aunque no lo demuestres.

Bárbara asintió. Era bueno tener a Alicia. Era la única persona con la que podía hablar de esto ya que, prácticamente, todos sus amigos eran hombres. Ella consideraba que los chicos son mejores amigos que las chicas. Las mujeres son más falsas, te critican a la espalda y tienen más maldad. Sin embargo, un hombre es claro y te dice las cosas a la cara de manera amable. Además, se lo pasaba mil veces mejor con ellos que con ellas, para ser sincera.

Pero Alicia era la excepción.

Harry:

quiero verte otra vez antes de volver a mi país

Bárbara:

¿por qué? ¿cuándo te vas?

Harry:

mañana, ¿por favor?

Bárbara:

me lo pensaré.

Alicia se despidió de su mejor amiga y se fue a trabajar. Bárbara volvió a quedarse sola. Su estado de ánimo decaía cuando no tenía compañía. Había tenido muchas llamadas perdidas de Daniel, pero no había contestado ninguna. Se resignó, tenía que aclarar las cosas con él.

Bárbara:

tenemos que hablar, Daniel.