Capítulo 1

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Katherine Lang en multimedia

Cuatro años después...

-¡Anastasia, Renzo!- grito para que me escuchen- ¡Se hace tarde!-

Escucho el sonido de pasos apresurados por el pasillo, veo a mis dos hijos entrando apresuradamente Renzo es el mayor está cerca de cumplir cinco tiene el cabello negro pero con ojos verdes, en cambio Anastasia tiene cuatro con su cabello rubio y ojos azules es una copia exacta de su padre, pero no hay tiempo para más detalles, mis hijos se sientan para desayunar rápidamente para ir al colegio una vez que terminan, van por sus mochilas para por fin salir del apartamento caminamos rápidamente por las calles de Los Ángeles afortunadamente el colegio está a unos diez minutos cuando llegamos todavía tenemos tiempo de sobra, les doy besos a mis hijos prometiendoles que vendré por ellos a salida.

-Cuida a tu hermana- le digo a Renzo, veo como ambos entran-¡Que tengan un buen día!-

Una vez que me aseguro que estén bien, me dirijo hacia el trabajo soy secretaria de en una galería de arte es el trabajo más estable que he conseguido desde que llegué a L.A, los primeros dos años fueron difíciles tenía dos trabajos de medio tiempo y poco tiempos para mis hijos pero valió la pena con tal de que ellos estén seguros, llego a la galería unos veinte minutos después entro y saludo a Alana la recepcionista y mi mejor amiga hasta el momento con un asentimiento de cabeza me dirijo hacia mi escritorio dejo mis cosas y toco la puerta del despacho de mi jefe

-Adelante-

-Buenos días, señor Smith-

Mi jefe Trevor Smith, un hombre de unos cincuenta años pero que aparenta tener unos cuarenta es el encargado de la galería un poco amargado, tiene sus días bueno y malos, llevo trabajando con él dos años y soy la secretaria que más le durado en todo este tiempo. Veo que levanta su vista de los papeles para darme una repasada de arriba abajo, cabe decir que es un verdadero viejo rabo verde, piensa que por parecer joven todas caemos a sus pies, pero conmigo no es así, más de una vez se me ha insinuado pero le pongo freno incluso ya me que he quejado en recursos humanos pero no hacen nada el imbécil es el favorito de los directores.

-Llegas tarde, Lang-

-Llegué diez minutos antes-

-Pero tu entrada es a las siete treinta- dice con tono despectivo, mientras vuelve a repasarme con su asquerosa mirada, reprimo un escalofrío del asco- no a las ocho-

-Mi horario de entrada es las ocho, señor Smith- respiro profundamente para no perder los estribos- en mi contrato está estipulado-

-Bueno eso cambió, ahora tu entrada es a las siete treinta, ¿quedo claro?- arquea una ceja en mi dirección-

-Muy claro- siseo entre dientes.

Imbécil

-Puedes volver a tu lugar, te llamaré si necesito algo y Lang...-dice cuando estoy a punto de salir, lo miro neutralmente- si vuelves a llegar tarde, te quedarás haciendo horas extras, ¿entendido?-

-Sí, señor- digo con los dientes apretados.

Con asentimiento de cabeza una vez que salgo de su oficina, estoy hecha humo suelto un montón de improperios entre dientes en alemán una mano en mi hombro me sobresalta, volteo a ver que es con Colin un compañero de trabajo.

-¿Qué te ha hecho el jefe ahora?-

-Nada, simplemente me cambió mi horario de entrada- el sarcasmo tiñe mi voz- ahora entiendo porque no le duraban las secretarías, hace hasta lo imposible por buscar un defecto en mi trabajo y se me insinúa cada vez que puede-

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