Capítulo 27

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Katherine

Espero pacientemente a que me llamen, hoy era el día en que tenía la cita para el cambio del implante anticonceptivo estas dos semanas han sido tranquilas y un poco caóticas. Una sonrisa surge en mis labios al recordar que mis hijos oficialmente llevan el apellido de su padre, la felicidad de Dominick y la mía no tenía límites.

-Becker-

La voz de la enfermera me saca de mis pensamientos, me pongo de pie para ir a la consulta, una vez que entro al consultorio me encuentro con la que fue mi ginecóloga años atrás.

-Señora Becker, hacía tiempo que no la veía-

-Sí, estuve un tiempo fuera de Alemania pero volví hace un par de meses-

-Entonces, ¿viene por el cambio del implante?-

Asiento, una vez que revisa los estudios y análisis que me hicieron cierra el archivo.

-Muy bien, señora Becker. Todo está en orden-

Media hora después tengo un nuevo implante y mi brazo vendado, la doctora dijo que una vez que pasara la anestesia el brazo dolería alrededor de unos dos días, hasta entonces podría quitarme la venda. Cuando salgo de la clínica me encuentro a Sam y Alana recargadas en la camioneta.

-¿Qué hacen ustedes aquí?- pregunto

-Vinimos por ti para llevarte de compras- dice mi hermana menor bajando sus lentes de sol- necesitamos vestidos para el sábado-

-Yo ya tengo suficientes vestidos, no necesito más- refuto- aparte acaban de ponerme un implante, necesito descansar-

-¡No seas aguafiestas, Kat!- exclama Al- podríamos buscar un vestido para que vuelvas a loco a tu marido-

-Créeme que con la lencería de hace dos semanas, lo trago loco- contesto con una sonrisa- pero vayan ustedes, yo volveré a casa con mis hijos-

-Te compraré tu helado favorito- me dice Sam

-Hecho, me convenciste- respondo mientras me subo a la camioneta- que sean dos-

-Está bien- rueda los ojos- pero te compraremos un vestido-

-Bien, bien- levanto las manos en señal de rendición- ustedes ganan-

-¡Dame esos cinco!-

Alana y Sam chocan los cinco, durante el camino hacia el centro comercial le aviso a Dominick y le pregunto si puede pasar por los niños que iré con la chicas, dos segundos después mi teléfono vibra con una llamada, sonrío.

-¿Halo?-

-No dejes que Sam esté al mando- es lo primero que me dice- no sé qué esperar de esa loca junto con Alana-

Me río al ver la cara de mi hermana y mi amiga, estoy segura que escucharon lo que dijo.

-Púdrete Becker, que soy muy responsable- dice Sam- y para tu información solo iremos al centro comercial-

Escucho como mi esposo se ríe al otro lado de línea.

-¿Qué haces idiota?- espeta a otra persona- ¡dame el teléfono Koch!- se escuchan un par de ruidos, hasta que la voz de Boris resuena en mi oído- jefa de mi corazón-

-¿Qué quieres, Koch?- digo- acabas de interrumpir mi momento con mi esposo-

-Ya tendrá toda la noche para hacerlo su esclavo sexual- me río- ¡Boris!- escucho la voz de Dominick- cállate animal que estoy hablando con mi jefa- se escuchan más ruidos- ¡Y yo también soy tu jefe, imbécil! ¡Tu sueldo sale de mis bolsillos!-

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