Dominick
Katherine me mira como si no creyera lo que acabo de decir, parpadea un par de veces, abre y cierra la boca mientras sus mejillas se sonrojan ligeramente, suelto una risa baja mezclada con los nervios ante su reacción. Se aclara la garganta un poco antes de hablar.
-¿Te das cuenta que ya nos saltamos esos pasos?-
-Lo sé, hase- admito- pero te recuerdo que nunca empezamos desde abajo, con citas y esas cosas románticas, nuestro matrimonio empezó con un florero en mi cabeza- digo divertido.
-Te lo merecías esa vez-
-Lo sé, fui un idiota- sonrío- pero aunque estemos casados, hemos estado mucho tiempo separados, ambos hemos cambiado y esto sería una buena excusa para empezar a conocernos mejor y quiero hacer las cosas bien, no a lo bestia como dices tú- me encojo en hombros- ¿qué dices, Kat? ¿aceptas tener una cita con tu esposo, no esposo idiota?-
Ella se ríe, pero asiente con la cabeza.
-Está bien, acepto tener una cita contigo-
-Genial, hase- beso su mejilla- no te arrepentirás-
-Espero que no- dice divertida entonces su semblante cambia- quiero ir a la cena de mis padres-
La miro con ambas cejas arqueadas, eso no me lo esperaba.
-¿Estás segura?- pregunto- si quieres, puedo mandarles un animal muerto disecado como respuesta-
Vuelve a reírse más fuerte, mostrándome esa jodida sonrisa que hace que mis mañanas sean mejores, no descansaré hasta recuperar a mi esposa en todos los sentidos.
-Por muy tentadora que sea la idea, necesito hacerlo- niega divertida- quiero ir para plantarles en cara que en estos años no he necesitado de su ayuda y que dejen tranquila a nuestra familia, no quiero que ellos formen de nuestras vidas, no quiero su hipocresía y falsedad en la vida de nuestros hijos-
Asiento a lo que dice, la entiendo yo tampoco quiero que nuestros demonios estén rodeados de esas personas que solo se fijan en lo material y se encargan de esparcir veneno en las personas, pueden ser los padres de mi esposa y mis suegros. Pero nuestra familia está primero que ellos.
-Me parece bien, entonces Alana y Boris cuidaran de los niños-
-Hablaré con Sam para que concretemos la estúpida cena- bufa y rueda los ojos.
-Por cierto, ¿cómo te fue con Sam?-
Su cara se ilumina ante la mención de su hermana, Samia y Katherine son muy unidas prácticamente hacían todo juntas, son como uña y mugre, puedo imaginarme el dolor de mi esposa al tener que irse y no poder despedirse de su hermana.
-Fantástico, almorzamos juntas y hablamos para ponernos al día-
-¿Cómo van las cosas con la empresa?-
-Ella la maneja a su totalidad, Albert no interviene, solo se presenta en las juntas de los socios pero nada más. Sam ha hecho muchos cambios positivos en la empresa creo que está mejor que cuando la manejaba mi padre, también me dijo que tu tampoco te presentabas a las juntas, mandabas a Boris-
Asiento a lo que dice, los Lang y los Becker están asociados desde hace varios años, para ser más especifico desde el momento en que Katherine y yo unimos nuestras vidas en matrimonio. Después de la desaparición de mi esposa ya no quise saber nada de ellos, hacia mi parte de lo que se estipulaba en el contrato pero nunca me presentaba a las juntas con tal de no verles la cara.
-Tu hermana siempre ha sido una genio para los negocios, lo reconozco, según los reportes de Boris ha hecho crecer la empresa considerablemente a diferencia de tu padre, lo que significa más dinero a mi bolsillos- digo divertido- pero muchos dicen que ella es mejor que tu padre-
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Volver a ti
General FictionSaga Flores en la Mafia #3 Dominick Becker siempre se ha mostrado como un hombre duro y frío, creía que el amor era solo una ilusión hasta que llegó Katherine Lang a su vida demostrandole que por más riquezas y poder que tengas siempre estarás solo...