Dominick
Después de la pelea con mi esposa en donde fui ganador y la multitud se fuera, nos quedamos solos en el gimnasio afortunadamente los golpes que nos dimos no fueron tan fuertes para dejar marca o moretón, miro como su pecho sube y baja por el esfuerzo tomo una botella de agua y se la lanzo que atrapa en el vuelo, la abre dándole un largo trago. Veo como una gota de sudor baja por su cuello y se pierde en sus pechos, cubiertos por el top, trago saliva con un poco de fuerza.
-Gracias-
-Ahora, vamos a lo importante- sonrío, ella rueda los ojos- eres mía durante todo el día, cariño-
-Recuérdame no volver apostar contigo-
-Vamos tenemos que darnos una ducha y tenemos cosas que hacer, te quiero lista en quince minutos-
-Sí, jefe- me río ante su sarcasmo- ¿algo más que desee su majestad?-
Entrecierro los ojos
-¿Sabes qué?, cambié de opinión-
Tomos sus piernas y la echo encima de mi hombro, ella grita de la sorpresa removiéndose para que la baje. Miro su trasero que queda a la altura mi rostro y sin poder evitarlo le suelto un azote en él.
-Me encanta cuando te pones mallas deportivas, hase- paso mi mano por la zona- resaltan tu hermoso culo-
-¡Bájame, neandertal alemán!-
-No-
Camino hasta nuestra habitación con ella en mi hombro, al menos se quedó quieta, entro a la ducha de nuestro baño donde la pongo en sus pies en medio antes de que pueda reclamarme me adentro con ella y abro el grifo.
-¿Qué haces?- se queja cuando el agua cae en su cuerpo- ¡está helada!
-Nos ducharemos juntos- me encojo en hombros- así ahorraremos más agua, hay que cuidar el planeta-
-¡No voy a ducharme contigo!-
-Oh, sí lo harás, te recuerdo que eres mía durante todo el día-
El agua hace que su ropa se pega más, veo como sus pezones se marcan en el top, acorralo a Katherine contra los azulejos de la ducha nos miramos unos segundos. Antes de que sus manos tomen mi nuca para que su boca atrape la mía en un fogoso beso, coloco mis brazos alrededor de su cintura acercando su cuerpo al mio paseo mis manos por su cuerpo cuando nos separamos veo sus ojos castaños llenos de deseo.
-Dominick...- gime
Como si fuera un incentivo, sus manos sacan mi camiseta de deporte para pasarlas por mi cuerpo, tomo su top entre mis manos para quitárselo por la cabeza la beso de nuevo esta vez con más pasión suelta un gemido bajo cuando uno de mis dedos pellizca y retuerce sus pezones, un gruñido sale de mi garganta al sentir su mano en mi pene frotándolo por encima del short. Nos desnudamos rápidamente llevados por la pasión y el deseo acumulados desde semanas atrás o más bien desde que volví a verla solo he querido enterrar mi verga en su vagina.
-Espera- le digo- no podemos-
-¿Por qué?- exclama frustrada- ambos lo deseamos-
-Lo sé, hase- la beso suavemente-pero primero quiero una cita contigo, antes de enterrar mi pene en tu vagina hasta que me supliques que pare-
-¡No puedes dejarme así!- chilla frustrada- Dominick...- exclama haciendo un puchero.
Reparto besos por todo su cuello bajando hasta sus pechos, mi boca mordisquea y chupa ambos pezones hasta ponerlos duros como una roca suelta un gemido más alto de placer y sus manos se entierran en mi pelo, sigo bajando mis labios hasta su sexo que me llama a gritos.
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Volver a ti
Narrativa generaleSaga Flores en la Mafia #3 Dominick Becker siempre se ha mostrado como un hombre duro y frío, creía que el amor era solo una ilusión hasta que llegó Katherine Lang a su vida demostrandole que por más riquezas y poder que tengas siempre estarás solo...