Dominick
Arrastro a Katherine por el pasillo que da a mi oficina en el club, parece que mi esposa olvidó el detalle que al club que vino es mío, desde que me informaron que ellas estaban aquí me tranquilicé por una parte, pero el enfado de que me sedujera para quitarme las llaves del Lamborghini, me encerrara en nuestra habitación y que se llevara también el Aston Martin, se hicieron presentes. Pero se marcharon cuando vi su hermoso culo moverse al ritmo de la música. Y la prueba es que los pantalones me incomodan y siento están a punto de explotar.
-¿Cómo saliste del cuarto?- arrastra la voz ligeramente- rompí la llave-
-Y yo rompí la puerta- espeto mientras abro la puerta de mi oficina- entra-
-Qué mandón- rueda los ojos- espera, ¿rompiste la puerta?-
-Si, en estos momentos de seguro ya la están cambiando- me encojo en hombros- entonces, hase- camino alrededor de ella- te pusiste el vestido para seducirme y quitarme las llaves- comienzo a enumerar- segunda, me dejaste encerrado en nuestra habitación. Tercera, te llevaste el Aston Martin-
-Fue por una buena causa- me dice- aparte venimos a tu club-
-Entonces, lo sabías-
-Si- se encoje en hombros
-¿Qué tan ebria estas?- pregunto.
-No lo suficiente- se mueve de un lado a otro- pero estoy lo bastante cuerda para hacerte un striptease y una buena mamada para quitarte el enojo- se acerca hasta mí colocando sus manos en mi pecho-¿Qué dices?-
Finjo pensarla mientras paso mis manos por su cuerpo, me encanta como le queda el vestido para ser un simple trozo de tela, tomo su nuca con una de mi manos para fijar su vista en la mía. La beso lentamente rozando mis labios con los suyos, gruñe con frustración cuando me alejo. Tomo asiento en mi silla detrás de mi escritorio mientras la miro de arriba abajo desde sus piernas hasta su cuello sonrío mientras paso uno de mis dedos por mi labio inferior.
-No veo tu culo moviéndose, cariño- le hago una seña- muéstrame lo que sabes hacer, hase-
Ella simplemente sonríe, siempre nos ha gustado hacer de vez en cuando pequeños juegos de roles antes del sexo. Veo cómo se dirige hacia el mando de música buscando una canción Candy de Doja Cat. Comienza a mover sus caderas de manera lenta al ritmo de la música, miro anonadado cada uno de sus movimientos baila por toda mi oficina, siento como mi erección crece a medida que sacude su precioso culo. Baja los tirantes de su vestido de manera lenta mostrando el tono de su piel poco a poco hasta que queda completamente desnuda únicamente con los tacones acordes al vestido, le hago una señal para que se acerque camina de manera lenta hacia mi contoneando las caderas sigo cada uno de sus movimientos hasta que se coloca en medio de mis piernas, sigue bailando al ritmo de la canción colocándose de espaldas hacia mi baja de manera lenta hasta que su culo roza la erección de mis pantalones. Tomo sus caderas para que siente en mis piernas con las suyas a ambos lados de las mías, beso las cicatrices de su espalda pasando mi lengua por ellas, escucho como suelta un jadeo paso mis manos por su cuerpo hasta su pechos, aprieto y pellizco sus pezones.
-Dominick...- dice entre jadeos
-¿Sí, hase?- pregunto
-Follame-
-Con placer- sonrío, bajo de una de mis manos hasta su sexo donde acaricio su clítoris con suavidad, su cuerpo se arquea contra el mio y sus manos se apoyan en los apoyabrazos de mi sillas- ¿Cómo quieres que te folle, cariño? ¿Con mi pene?- hago más presión en su clítoris- ¿O con mis dedos?-
No me responde y sigo torturándola con mis dedos, sus caderas se mueven frotando su culo contra mi verga.
-Te quiero...-suelta un gemido de placer- dentro de mí...-
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Volver a ti
Ficción GeneralSaga Flores en la Mafia #3 Dominick Becker siempre se ha mostrado como un hombre duro y frío, creía que el amor era solo una ilusión hasta que llegó Katherine Lang a su vida demostrandole que por más riquezas y poder que tengas siempre estarás solo...