Dominick
Miro pacientemente como un avión privado aterriza en la pista privada del aeropuerto, meto mis manos en los bolsillos esperando a que las puertas se abran para revelar a los cabrones que vienen de Rusia y China. Entonces mi teléfono vibra en un mensaje, lo tomo y sonrío al ver que se trata de una foto de mi esposa con las demás locas.
-Miren, también la misma expresión de idiota enamorado que ustedes dos-
Levanto la vista de mi teléfono, para encontrarme con las caras burlonas de Vladimir, Serguei y Carlo, lo fulmino con la mirada al guardaespaldas de los rusos.
-Ya verte el día que encuentres a una mujer, que te ponga la misma expresión a que nosotros- nos reímos- ¿Sevastien?-
Antes de que alguno pueda responder, veo como los dos tornados que tienen los Stirling como hijos, bajan de las escaleras con cuidado detrás de ellos, viene su padre procurando que no se caigan. Cuando Ethan y Patrick, me miran y se abalanzan sobre mí.
-¡Tío Dominick!-
-Hey, renacuajos- les digo con cariño- ¿Cómo han estado?-
-¡Muy bien!- dice Ethan- mamá, nos dejó a cargo de papá- sonríe- dice que tenemos una nueva tía y primos-
Sonrío, mientras me agacho hasta la altura del heredero mayor de los Stirling.
-Así es, su tía está con su madre- ellos asienten- pero sus primos, están aquí, emocionados por conocerlos-
-¡Papi, tenemos primos!- dice Patrick emocionado
-Ya oí, campeón- sonríe con ternura hacia su hijo- ¿Emocionados por conocerlos?-
-¡Sí!-
Nos reímos, entonces un segundo avión privado aterriza en la pista un poco más lejos que de nosotros. De ellos bajan Adriano y Enzo Bianchi, cuando se acercan hasta nosotros, me contengo las ganas de darle un golpe en el rostro. El capo de la mafia italiana, arquea una de sus cejas detrás de sus lentes de sol.
-Por tu expresión asesina hacia mí, es que ya lo sabes-
-Oh, claro que lo sé- espeto- agradece que ya estábamos kilómetros lejos, si no te hubiera roto las piernas-
-Recibiré el puñetazo, me lo merezco-
-¿Tú crees?- digo irónico.
-¿Qué ocurre?- pregunta Adriano, mira a su sobrino- ¿Qué hiciste, mocoso?-
Enzo, mira a su tío con falsa indignación, nos reímos al ver su expresión ofendida.
-¿Por qué supones que yo hice algo?-
-¿Cuándo no lo haces, cuñado?- dice burlón Vladimir- a ti, la mala suerte te persigue por todos lados-
-Lo dice el que tiene los síntomas de embarazo- sisea venenoso
Todos miramos al Emperador de la mafia china, asombrados. Después nos partimos de la risa al ver su confirmación, fulmina a su cuñado con la mirada.
-Jodete-
El italiano ni se inmuta, simplemente sonríe y le saca el dedo del medio. Los demás no dejan de mirar a Enzo, hasta que suspira en forma de rendición.
-Yo ya conocía a su esposa- me señala- fuimos amigos en la universidad- se encoje en hombros- Katherine, estaba de intercambio en Italia, algunas de nuestras clases se cruzaban y nos hicimos buenos amigos-
-Sin contar, que fue él, quien ayudó a mi esposa a desaparecer hace cinco años-
-¡¿Qué tu qué!?- exclaman todos al mismo tiempo.

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Volver a ti
General FictionSaga Flores en la Mafia #3 Dominick Becker siempre se ha mostrado como un hombre duro y frío, creía que el amor era solo una ilusión hasta que llegó Katherine Lang a su vida demostrandole que por más riquezas y poder que tengas siempre estarás solo...