Capítulo 34

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Dominick

Leo un libro en la cama, mientras espero pacientemente a que mi esposa llegue, si hago mis cuentas y analizo la forma de trabajar de Katherine, lo más seguro es que no tarda en llegar. A pesar de que el pasillo está cubierto con alfombra, escucho los pasos amortiguados de los tacones de mi esposa, veo como abre la puerta y entra a nuestra habitación, parece perdida en sus pensamientos. La detallo de arriba abajo, tiene sangre en la ropa pero sé que no es de ella y su mirada desprende algo que no había visto en años.

Oscuridad y peligro

-¿Cómo te fue?- pregunto

-Bien- es lo único que responde- iré a darme una ducha- asiento

Veo como se encierra en el baño y escucho el sonido del agua cayendo, suelto un suspiro concentrandome en mi lectura. Después de unos veinte minutos, sale del baño con un camisón, se sube a su lado de la cama hasta estar a mi lado, me besa rápidamente y sonrío.

-¿Estás bien?-

-He vuelto, es todo-

Asiento, entendiendo a lo que se refiere y mi sonrisa se ensancha.

-Pronto los rumores se correrán- ella asiente y sonríe- La Diabla, ha vuelto-

-Mis padres llegaron demasiado lejos, me cansé de ser...- arqueo una de mis cejas- benevolente, tenía que enseñarles una lección-

-¿Crees que nos dejarán en paz?-

-No, pero si vuelven a hacer una estupidez como está...- su mirada se oscurece ligeramente- acabaré con ellos, sin piedad-

-Y no me opondré a eso-

Al igual que todos nosotros, Katherine descubrió su versión oscura y peligrosa de este mundo, asesinando y torturando a quienes se interponen en su camino. Aún recuerdo ese día. El día que asesinó a alguien por primera vez.

Mi esposa mira fijamente el cadáver en el piso, la sangre gotea del cuchillo que tiene entre sus manos.

-¿Hase?-

Gira su cabeza ligeramente para mirarme, veo alivio en su mirada pero también una oscuridad que no había visto. Trago saliva ligeramente.

-No me arrepiento-

-Está bien-

Después de eso mi esposa no ha cargado con culpas de lo que hace o no, de quien asesina o no. Se convirtió en una mujer segura de sí misma, la sombra de mis suegros se había esfumado de ella.

Era libre

-¿Qué lees?-

Mi esposa mete su cabeza debajo de mi brazo para colocarla en mi pecho y rodear mi abdomen con su brazo, beso su cabeza.

-Crimen y castigo-

-Un clásico- dice con una sonrisa- "El sufrimiento y el dolor van necesariamente unidos a un gran corazón y a una elevada inteligencia"-

-Fiódor Dostoyevski- respondo

-Una de mis frases favoritas del libro-

-Uno de mis favoritos- admito- usan parte de la filosofía de Nietzsche, es un libro que siempre me ha fascinado-

-Puedes leerlo en voz alta, ¿por favor?-

-Te pareces a Ana, cuando haces esa cara-

-¿Cuál cara?-

-La de demonio manipulador, que quiere algo- digo en burla, en respuesta recibo un golpe en abdomen, me río- definitivamente, ese rasgo lo sacó de ti-

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