Paso con cuidado el pincel con cuidado por el lienzo dando los detalles pequeños al cuadro que hice para la subasta, que es dentro de dos semanas y ya tenía una idea de qué hacer para subastar. Me alejo para verlo mejor el enorme lienzo de dos por dos para observarlo a detalle, solo faltan los pequeños ajustes para que sea vea perfecto. Paso otras dos horas detallando los toques finales hasta que me siento satisfecha de mi obra.
-¿Esa es la que subastarás?-
Me giro ante la voz de Dominick y sonrío.
-Si, ¿te gusta?-
-Es magnífico, hase- me dice observando la pintura- cualquiera que la viera, no pensaría que este cuadro originalmente era una fotografía-
-Lo sé-
Había pintado la fotografía que le había tomado a mi esposo el día que pinté las alas en su espalda, me había encantando tanto que decidí plasmarla en un lienzo y subastarla en día de la gala. La obra muestra a un persona de espaldas extendiendo sus alas y arrodillado esta vez les puse detalles morados que son casi imperceptibles al ojo humano pero cuando la colocas en un sitio que da luz, los tonos púrpuras resaltan en las alas como en las plumas sueltas que hay alrededor del hombre, el rostro de la pintura parece como si la persona estuviera esperando algo, algo que desea con todas su fuerzas.
Redención
Redimirse por cada uno de los pecados que ha cometido y que está dispuesto a pagar el precio que sea necesario, con tal de una segunda oportunidad. No suelo pintar este tipo de cuadros, realmente no me va mucho pero cuando empecé a plasmarlo era como si mano tuviera vida propia, los trazos, los detalles, salieron de manera tan natural. Me llevó alrededor de una semana para finalizarlo. Tomo un pincel delgado y algo de pintura blanca, en una esquina coloco mi firma en el cuadro dando a entender que la obra es completamente mía. Dominick no deja de mirar la pintura, parece reconocer los detalles que he puesto de él, como el cabello rubio pero un poco más oscuro, la forma de su espalda, el destello azul de sus ojos en el rostro de la pintura.
-Nadie pensaría que eres tú- le digo- eres un buen modelo y ejemplo para mis obras-
-Es un honor estar en tus obras, hase- me sonríe y me besa- realmente me halaga- vuelve a mirar la pintura- ¿le pondrás un nombre?-
-Redención- respondo
-Una sola palabra pero con un gran significado-
-Es lo que representa la pintura, el deseo de poder redimirnos por nuestros pecados, no importa el costo o las consecuencias- lo miro- creo que es una forma de mostrarme a mí misma el que pude redimirme por los pecados que he cometido, la muerte de Amanda, lo de Conrad, el haberte abandonado- paso mi mano por su rostro- el costo para que me sintiera en paz conmigo misma fueron las cicatrices de mi espalda-
-Cortarte las alas- asiente entendiendo mi punto- y renacer como un ángel- coloca sus manos en mi cintura para acercarme a su cuerpo.
-No soy un ángel, bärchen- sonrío
-Pero eres el mío- me besa suavemente- y todo ángel necesita que un demonio que le invite un café- susurra en mi oído enviando escalofríos de placer.
-¿Entonces me corromperás?-
Digo pasando una de mis manos por su pecho y desabrochando los botones de su camisa uno a uno, sonríe de forma lobuna antes de volver a besarme.
-Siempre-
Toma mis piernas para que las enrede en su cintura, coloco mis manos detrás de su nuca mientras él camina hacia nuestra habitación sin despegar mis labios de los suyos, susurro por encima de ellos.
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Volver a ti
General FictionSaga Flores en la Mafia #3 Dominick Becker siempre se ha mostrado como un hombre duro y frío, creía que el amor era solo una ilusión hasta que llegó Katherine Lang a su vida demostrandole que por más riquezas y poder que tengas siempre estarás solo...