Capítulo 32

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Dominick

Detallo el rostro de la mujer que amo. Sus ojos castaños dilatados por el deseo y el afrodisiaco, mejillas rojas por la excitación, labios ligeramente separados y su pecho sube y baja por su respiración errática. La imagen perfecta para cualquier hombre, siento como pongo duro otra vez.

-No...- gimotea de frustración cuando saco mis dedos de su interior dejándola al borde del orgasmo- por favor...-

-Todavía no, hase- beso su cuello donde dejo una marca- planeo llevarte al borde una y otra vez, hasta que me supliques que te folle-

La tomo de la cintura para ponerla boca abajo, me pongo encima de sus caderas y tomo sus brazos para colocarlos en su espalda, se remueve pero le doy un fuerte azote, su grito de placer y dolor se muere en la almohada. Con una sola mano bajo el cierre de su vestido, beso su espalda y cada parte de piel que va quedando al descubierto, paso mi lengua por las cicatrices que se han vuelto mi parte favorita de su espalda. Siento como se estremece cuando paso por ellas y su cuerpo se arquea y se remueve para salirse de mi agarre, pero se lo impido.

-Quieta, hase-

-Pero-

-Calla- repito lo mismo que ella- es tu turno de que te postres a mis pies, cariño-

Cuando le quito el vestido dejándolo a un lado de la cama en el piso dejándola completamente desnuda, tomo la misma cinta de seda y ato sus muñecas detrás de su espalda, la escucho resoplar y en respuesta le doy un azote más fuerte. Gimotea pero no se queja, la dejo en la cama. Comienzo a quitarme lo que me queda de ropa hasta que estoy completamente desnudo, tomo las piernas de Katherine para dejarla de rodillas en el piso, enfrente de mi verga ya erecta. Nuestros ojos se encuentran y veo como pasa su lengua por sus labios dirigiendo su vista hacia mi polla, veo como traga saliva con fuerza, la tomo entre mis manos y comienzo a masturbarme enfrente de ella, sus ojos se oscurecen más con cada movimiento de mi mano.

-¿La quieres, hase?- le digo con tono ronco-¿quieres mi polla en tu boca, preciosa?-

-Si- traga saliva- por favor-

-Entonces, hazlo- le digo

Coloco mi erección frente a sus labios que se abren automáticamente para recibir a mi miembro hasta el fondo de su garganta, suelto un gruñido alto cuando siento su lengua pasearse por toda mi longitud hasta la punta donde la chupa tragando las gotas del liquido pre seminal que sale. Tomo su cabello aprovechando que tiene sus manos atadas a la espalda para marcar el ritmo, muevo su cabeza con más fuerza haciendo que entre por completo a su garganta, suelta un gemido que muere en su boca, siento como mi miembro se endurece cada vez más cuando su lengua juega con mis testículos, mis músculos se tensan hasta que me corro por segunda vez esta vez en su boca veo como mi esposa se traga hasta la última gota. Cuando me mira sonríe, complaciente de haberme hecho llegar la limite. La pongo de pie para tomar su rostro para besarla con fuerza sintiendo mi propio sabor en sus labios pero no me importa, una de mis manos se pierde entre nuestros cuerpos para introducir dos dedos en su interior acariciando su hinchado y sensible clítoris con mi pulgar, su cuerpo se arquea al mío sintiendo como sus pezones se ponen duros contra mi pecho. Reparto besos húmedos por su cuello sin dejar de mover mis dedos, escucho como sus gemidos se hacen más altos y su cuerpo se tensa, la sostengo por la espalda cuando creo que sus piernas fallarán, está cerca del orgasmo.

-¡Ah!- grita cuando mis dedos tocan su punto de placer- ¡Dios!-

Los retiro antes de que pueda correrse, vuelve a gemir frustrada y puedo ver como sus ojos se cristalizan en lágrimas de frustración, su pecho baja y sube con rapidez ante su respiración errática.

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