Entro al enorme castillo con estilo neoclásico, siempre admiré el buen gusto de Dominick, camino despacio detrás de los niños que están maravillados con todo, me adentro a la sala donde los mismos tonos oscuros de hace años de reciben y la chimenea está encendida, no tarda en anochecer.
-Esperen aquí un momento- nos indica mi esposo cuando estamos en el recibidor- quiero darle una sorpresa a alguien-
Asiento y procuro que los niños estén quietos, me recargo una pared para recuperar un poco el aliento mis costillas empiezan a dolerme un poco señal de que la anestesia de la herida está pasando y tengo que tomar los medicamentos, los pasos de Dominick resuenan por la sala.
-¡Fiorella!-
-¿Qué te he dicho de que me llames por mi nombre, mocoso?- escucho una voz molesta pero familiar que no oía hace años e inconscientemente una sonrisa sale de mis labios- ¡soy nana, para ti!-
-Y yo ya no soy un mocoso, nana- responde mi esposo- te recuerdo que tengo treinta y cuatro-
-Mientras que no llegues a los cuarenta, todavía eres un mocoso-
-Bueno, si- puedo jurar que rueda los ojos- te tengo una sorpresa-
-Tus sorpresas y las de Boris, me dan miedo, aún no olvido lo que hicieron el año pasado-
-Esta te encantará estoy seguro, entren- nos da la orden.
Salgo con cuidado de mi escondite, con los niños ocultándose detrás de mis piernas, Fiorella abre los ojos por la sorpresa y se llenan de lágrimas al verme rápidamente soy envuelta en sus brazos.
-¡Mi niña! ¡Has vuelto!-
-Yo también te he extrañado, Fiorella- paso mis manos por su espalda- pero no vengo sola- los niños asoman sus cabezas tímidamente detrás de mis piernas- ellos son mis hijos, Anastasia y Renzo- miro a los peques- niños, ella es Fiorella es la nana de su papá y del tío Boris-
-Mucho gusto-mi hijo es el primero en salir de su escondite y extiende su mano- me llamo Renzo Lang-
-El placer es mío, cariño- le sonríe con dulzura- mírate cuanto has crecido, aún recuerdo cuando tu madre te cambiaba los pañales- después mira a mi hija- ¿y esta princesa quién es?-
-Me llamo Anastasia Lang-
Fiorella alterna la vista entre ella y Dominick, niego con la cabeza divertida.
-Eres una copia igual a tu padre- me mira divertida- pobre de ti-
-Ya lo sé, uno los lleva nueve meses en el vientre y aguanta los dolores de parto para que salgan iguales a su padre-
-Nos parecemos físicamente, pero ella tiene la terquedad y es testaruda como su madre, nana- la abraza con cariño- ¿te gustó mi sorpresa?-
-Me encantó- me mira- no sabes cuanta falta nos has hecho, Katherine, en especial a Dominick- lo mira y lo golpea en el pecho- y tu señorito, más vale que no vuelvas a cargarla otra vez o te las verás conmigo-
-Sí, nana- la besa en la frente- esta vez las cosas serán distintas, te lo prometo- me mira- seremos una familia-
-Es lo más bonito que he oído decir, Dominick- escuchamos la voz de Boris detrás de nosotros- quién iba a decir que el animal que tengo como jefe, tendría sentimientos- se limpia una lágrima imaginaria- nana de mi corazón, ¿me extrañaste?-
-No- responde de inmediato, nos reímos al ver la cara de Boris.
-Acabas de herir mis sentimientos, nana- pone una mano en su corazón- tú y yo sabemos que soy tu favorito-
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Volver a ti
General FictionSaga Flores en la Mafia #3 Dominick Becker siempre se ha mostrado como un hombre duro y frío, creía que el amor era solo una ilusión hasta que llegó Katherine Lang a su vida demostrandole que por más riquezas y poder que tengas siempre estarás solo...