Katherine
Miro las estrellas desde el jardín con Dominick a mi lado, ninguno de los dos dice nada con respecto a la estúpida cena, debí haber sabido que sería una pérdida de tiempo. Ellos siempre prefirieron a Amanda por encima de Samia y yo, para ellos era la hija modelo a seguir, mientras que mi hermana menor y yo éramos las ovejas descarriadas.
-Renzo no es hijo de tu padre- admito de repente.
-¿Qué?-
Dominick se apoya en codo para mirarme y confirmar si es enserio lo que digo, asiento a su pregunta no formulada.
-Amanda me lo confesó en una de las tantas veces que discutimos, poco después de enterarme de eso le realice una prueba de paternidad a escondidas a Conrad y a Renzo para comprobarlo, el resultado fue negativo, no tenían relación alguna-
-¿Por qué no me lo dijiste?- exclama irritado.
-Por que en ese momento las cosas pintaban bastante mal para nosotros, ¿no recuerdas?-
-¿Quién es verdadero padre de Renzo entonces?-
-No lo sé- admito- Amanda jamás quiso decirme y yo, ya estaba harta de las idioteces que estaba haciendo, con tal de quitarme el poder- me apoyo en un codo también- su plan era que tu padre se hiciera cargo de Renzo y en el momento que le diera el apellido Becker...-
-Mi padre conservaría su puesto y Amanda tendría el poder suficiente para destruirnos-
Asiento, mi esposo vuelve a acostarse en el césped del jardín frota su rostro con sus manos en señal de frustración.
-Menuda mierda, ¿mi padre lo sabe?-
-No lo creo, si no, no estaría tan empeñado en quitarnos a nuestro hijo, sospecho que Amanda jamás le dijo la verdad-
-Claro, por que de haberlo hecho, la hubiera asesinado ahí mismo-
-Y a Renzo también- me acuesto de nuevo el césped- no podría permitir que eso sucediera-
-Ahora comprendo más a fondo el que huyeras, salvaste a nuestro hijo de un destino peor-
Si supieras que eso no fue lo único que hice.
Me apoyo en un codo de nuevo para mirarlo, tiene un brazo sobre sus ojos desde aquí puedo oír los engranajes de su cerebro asimilando la nueva información. Quito su brazo y sus ojos azules se encuentran con los míos, lo beso suavemente.
-Lamento no habértelo dicho antes-
Suelta un suspiro y se coloca en la misma posición que yo.
-Estoy un poco molesto, lo admito- guarda silencio unos segundos- pero en parte también entiendo el porqué lo hayas hecho, ¿tienes más secretos que yo no sepa?-
-Si- respondo de inmediato- hice un par de cosas a tus espaldas- dejo escapar un risita nerviosa.
Mi esposo me mira desconcertado ante mi confesión, pero la verdad es que no quiero seguir escondiéndole las cosas.
-Vaya, eso fue más rápido de lo que pensé- se ríe- ya estaba pensando diferentes métodos de tortura para hacerte hablar-
Lo miro arqueando una ceja.
-¿Así como cuáles?-
-Como esto-
Suelto un pequeño grito de sorpresa cuando su cuerpo aplasta el mío y sus manos toman mis muñecas para colocarlas encima de mi cabeza, me debato tratando de salirme de su agarre pero es imposible, tiene más fuerza que yo. Su rostro se hunde en mi cuello, me estremezco cuando su aliento choca con la piel de mi garganta reparte besos húmedos por todo mi cuello hasta el inicio de mis pechos, mi espalda se arquea cuando muerde cerca de mi clavícula y suelto un pequeño gemido bajo de placer, siento como sonríe en mi piel, trato de liberar mis manos pero su agarre se mantiene firme. Una de sus manos sujeta mis muñecas, mientras que la otra se aventura debajo de mi vestido, el placer invade mi cuerpo y mis caderas se levantan en busca de su contacto cuando me acaricia por encima de mis bragas.
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Volver a ti
General FictionSaga Flores en la Mafia #3 Dominick Becker siempre se ha mostrado como un hombre duro y frío, creía que el amor era solo una ilusión hasta que llegó Katherine Lang a su vida demostrandole que por más riquezas y poder que tengas siempre estarás solo...