Capítulo 10

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Dominick

Tardo exactamente alrededor de diez segundos en procesar la nueva información, parpadeo como si no creyera la bomba que acaba de soltar.

-¿Por qué?- inquiero- te conozco lo suficiente para saber que el trabajo de la galería es lo que siempre habías querido-

-Bueno- se recarga en el mesón- resulta que, ayer cuando llegué al trabajo fui citada por los altos mandos de la galería-

Entonces comienza a contarnos todo acerca de lo que sucedió con los directivos, él como el hijo de perra la acusó de provocarlo y de ser agresiva, las grabaciones manipuladas, el cómo iban a bajarla de puesto a costa del trabajo de Alana.

-No iba a permitir que por culpa mía, Alana perdiera su trabajo- se encoje en hombros- así que preferí renunciar, mi amiga al enterarse de todo, renunció junto conmigo y...- guarda silencio unos segundos.

-¿Y qué?-

-Le di un puñetazo al bastardo ese y lo amenacé-

-¡¿Qué tu qué!?-

-Eso- contesta con simpleza- pero lo amenacé en alemán para que no me entendiera-

-Joder- exclama Boris- tenemos las grabaciones de ese día pero con su borrachera, no alcanzamos a verlas- se levanta- iré por ellas de inmediato-

Sale de la cocina, entonces miro a Katherine que solo se mueve de un lado a otro.

-¿Qué fue lo que le dijiste?-

-Le dije que no se puede amenazar a alguien que ya es hombre muerto y también imbécil-

La miro unos segundos para después sonreír.

-Dame esos cinco- levanto mi palma, ella se ríe pero lo hace- joder, hubiera deseado estar ahí- pongo mi mano en mi pecho- te entrené bien- digo con orgullo- soy un buen maestro, si señor-

-Engreído- rueda los ojos pero se sigue riendo.

-¡Levántate enana!- escuchamos el grito de Boris en algún lado- ¡Tienes que ver como tu amiga le dio un puñetazo a alguien!-

Poco después escuchamos un grito por parte de Alana, veo como Boris la trae en su hombro mientras ella patalea y se queja.

-¡Bájame idiota!-

La sienta en una de las sillas de qué hay cerca, quita su cabello de su cara para fulminar a mi amigo con la mirada, algo me dice que tarde o temprano alguno de los dos caerá en el encanto del otro. Después de unos diez minutos estamos todos amontonados alrededor de la tableta para ver el video de ese día.

-Entonces...- dice Boris-¡Boom!-

Exclama justo en el momento donde se ve como mi esposa le suelta tremendo gancho en su rostro, veo como la sangre empieza a salir de su nariz.

-Amiga, ese es un buen golpe- mira a Kat que solo se encoje en hombros.

-Se lo merecía-

-Y todavía falta mi parte- mascullo en voz baja.

En eso mi celular suena veo que es Vladimir, salgo un momento para responder.

-¿Ya me extrañas, cariño mío?- respondo en burla.

-Ya quisieras, alemán- escucho como se ríe- recibí tu mensaje, ¿qué pasa?-

-¿Está tu mujer ahí?- pregunto- necesito que me den ideas para algo-

-¿A quién vamos asesinar?- responde una voz femenina que conozco bien-¿cómo estás, Dom?-

-De maravillas ahora que escuche tu hermosa voz, Vivianne- se ríe al otro lado de la línea.

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