❦ ᴏᴜʀ ꜱᴛᴀʀᴛ ʙʏ ᴀᴄᴄɪᴅᴇɴᴛ ❦ 『KσσƙMιɳ』

Cᴀᴘíᴛᴜʟᴏ 24.

―Hola, JiMin.

―Ohh JungKook, dime...― Su voz sonaba adormilada.

―Lo siento por haberte despertado tan temprano; pero quería pedirte que no fueras a trabajar hoy...

―¿Qué?¿Por qué no?

―Quiero que vayamos a un lugar, quiero aclarar las cosas contigo, mi amor...

―Ohh―Sonrió―Ya veo...

―¿Te parece si vamos a desayunar?

―¡Claro que sí! Tu dime dónde y cuando.

―Esta bien, te pasaré a buscar en una hora... Apenas son las siete de la mañana, no creo que los locales esten abiertos del todo.

―Esta bien, Kook. Nos vemos a las ocho... Adiós~

―Adiós, bebé.

Al finalizar la llamada, JiMin rápidamente se levanto de su cama, tuvo cuidado, recordó que estaba embarazado...

Por cierto dentro de poco tendría siete meses. Estaba felíz. Todo poco a poco se estaba acomodando.

Decidió por tomar una ducha caliente. El otoño estaba terminando y el invierno daba su paso a gran velocidad.

Salió del cuarto de baño hacía su habitación en busca de que ponerse... ¿Qué podría usar?

Miró y miró su closet.

Tomo un pantalón negro de vengalina al cuerpo. Luego, sostuvo en sus manos una camiseta de lycra, arriba de esta se colocó un sweater de hilo color gris. Se maquilló y peino su cabello partiendolo al costado en dos mitades. Nuevamente tomó unos zapatos con un poco de altura.

Caminó de aquí para allá, practicando para no caerse. Todo estaba en orden. Tomó un saco largo y negro con botones.

―Aigooo, tienes a un papi tan sexy y precioso.

Ordenó su habitación y bajo, despacio... Sin hacer ruido. Pero ahí estaba...
Su madre desayunando, abriendo la boca grande y revoleando los ojos al probar un trozo de masas finas.

―¡AJÁ!― Dijeron al mismo tiempo.

―¡¿A dónde vas?!

―¡¿No era que yo comía todo lo que comprabas?!

Hubo silencio.

―Voy a desayunar con JungKook.

―Si... Perdón era yo... ¡Es que todo esta delicioso!

―Eres una mentirosa Park HaNeul.

―¡Tú! ¡Dejas sola a tu madre para irte con tu novio!¡Traicionero! ¡Y tú!― Se dirigió hasta la abultada barriga de JiMin y la toco―¡Dejas sola a tu pobre abuelita!

Dos pataditas retumbaron.

―Agh~. ¡No pegues fuerte niño! ¡Vas a matarme!

Nuevamente una patadita suave resonó.

El timbre sonó y JiMin fué casi corriendo a abrir. JungKook estaba ahí, tan bonito y sexy a la vez.
JiMin lo dejó pasar.

―Buenos días suegrita... ¿Cómo está?

―Buen día, estoy bien y ¿tú mocoso?

―Que bueno... Yo bien.
―Mire, le traje esto.

Le entregó una bolsa preciosamente modelada.

La señorita Park miró alegre dentro de la bolsa, un perfume. Casualmente su favorito.

―Aigooo. Es mi favorito gracias JungKook―Fué hasta el y lo abrazó; JiMin sonrió feliz.― ¡Te has pasado!― Dijo mientras se alejaba y lo volvía a abrazar. JiMin rió. Le gustaba que su madre y su "novio" se llevaran bien.
―No pienses que eh olvidado lo que hiciste eh... Pero tranquilo, si me sigues trayendo cosas caras quizás, solo quizás me agrades mucho más mocoso.―Susurró.