Ya habían pasado 14 días en los cuales la tranquilidad se mantenía con mucha paz y amor. Todas las parejas habitaban aquella mansión muy acaramelados. Pero... Era momento de volver a casa otra vez.
Había cosas que aclarar.
JeongSan cumplía un mes de nacido, el seguía siendo el hermoso bebé pacífico, rellenito y dormilón amado por todos.
Todos armaban bolsos y maletas para partir, de a poco se iban llendo, tomaban el trayecto de a parejas para no llamar la atención.
Obviamente en autos de Jeon...―Cariño, toma a JeongSan, terminaré de empacar unas cosas―Habló JiMin.
―Claro, amor―Jeon lo tomó y empezó a repartir besos en su carita; JiMin siguió con lo suyo.
Luego de unos largos minutos JungKook junto a Park y el bebé partieron a su légitima mansión.
Gracías al cielo solo habían unos pares de periódistas... Que prontó se acercaron a la limusina. Obstruyendo las salidas, afixiandolos con miles de flashes en todas partes y precionandolos con sus exajeradas preguntas fuera de lugar.
―JungKook...
―Tranquilo lo solucionaré―Fué hacia más adelante donde hablo con el conductor. Ambos se susurraron algo hasta que el empleado.
De la nada empezaron a aparecer varios guardias de la cada Jeon, abriendo un camino, empujando a aquellos metidos, cucarachas de la sociedad.Rápidamente JiMin tapo la cara de su hijo y se puso sus lentes, JungKook caminaba con la cabeza en alto, su brazo siendo sosporte de JiMin. Caminando rápido y lento a la vez, atareados mejor dicho.
Al entrar por fin a casa, suspiraron. Los fuertes guardias entraban con sus maletas, otros vigilaban todas las salidas y entradas de la casa y otros observaban a la limusina entrar.
―Dios... Que bueno que llegaron, son unos salvajes―Habló Kyung-ah refiriéndose a los periodistas.
―Son unos hijos de perra, ya me tienen hasta aquí―JungKook señaló su cuello―Arreglaré todo poniendo restricciones y haré una junta de presa, daré algunas explicaciones y detalles, luego volveré al trabajo. ¡Todo esta hecho un desastre otra vez!
―Tranquilo amor...―Habló JiMin dejando a un JeongSan dormido en su carrito―Ya verás que todo se solucionará, ya no nos molestarán más.
―Lo sé JiMin, pero yo simplemente no soporto que estén ahí afuera con tanta tranquilidad hasta que uno de todos nosotros aquí salga y se abalance para preguntarnos hasta cada cuanto tenemos sexo, ¿entiendes? A demás no me gusta que hablen mal de tí, ni de mi, ni de nuestro hijo siendo tan pequeño aún.
―Tú sabes como son esas lacras JungKook. Sabes que siempre hablarán que porque estamos bien, porque estamos mal, porque vamos de bacaciones, porque desaparecemos un tiempo, porque volvemos, por esto y por aquello... Así es la gente metida, amor.
―Así es Jeon―Dijo la señorita Park mientras metía sus manos dentro de su pantalon de vestir.
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En la mañana siguiente JiMin se levanto temprano, a pesar de que el cuarto de JeongSan estaba ,nuevamente, enfrente del de ellos, había escuchado al nene llorar.
Cómo todo padre preocupado se levantó a fijarse de él. Quizás tenía hambre o necesitaba un cambio de pañal.
Observó a JungKook, durmiendo como si su vida solo se tratara de eso. Solo revoleó los ojos y siguió su camino.
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❦ ᴏᴜʀ ꜱᴛᴀʀᴛ ʙʏ ᴀᴄᴄɪᴅᴇɴᴛ ❦ 『KσσƙMιɳ』
Romansaᴊɪᴍɪɴ, ᴜɴ ᴛᴀʟᴇɴᴛᴏꜱᴏ ᴅɪꜱᴇñᴀᴅᴏʀ ᴅᴇ ᴠɪᴅᴇᴏᴊᴜᴇɢᴏꜱ ᴄᴏɴ ᴛᴀɴ ꜱóʟᴏ 25 ᴀñᴏꜱ. ᴊᴜɴɢᴋᴏᴏᴋ, ᴅɪʀᴇᴄᴛᴏʀ ʏ ꜰᴜɴᴅᴀᴅᴏʀ ᴅᴇ ᴜɴᴀ ᴅᴇ ʟᴀꜱ ᴍáꜱ ᴇxɪᴛᴏꜱᴀꜱ ᴇᴍᴘʀᴇꜱᴀꜱ ᴄᴏɴ ᴍᴇᴊᴏʀ ᴅᴇꜱᴀʀʀᴏʟʟᴏ, ᴇꜱᴛᴀʙɪʟɪᴅᴀᴅ ʏ ʀᴇᴀʟɪᴅᴀᴅ ᴠɪʀᴛᴜᴀʟ ᴇɴ ᴠɪᴅᴇᴏᴊᴜᴇɢᴏꜱ. J.ɢᴀᴍᴇꜱ ᴄᴏᴍᴘᴀɴʏ. ¿Cóᴍᴏ ᴇꜱ qᴜé ʟᴀꜱ ᴠɪᴅᴀ ᴅᴇ ᴇꜱᴛᴇ...