Ya había llegado la primavera. Cuando las flores florecen y los jóvenes se enamoran y hacen locuras. Mientras todo eso pasaba, nuestro querido Percy estaba encerrado en la biblioteca de la universidad intentando evitar cualquier contacto con cualquiera de sus compañeros.
La razón era muy simple, el festival de primavera estaba por comenzar y no paraban de ir de un lado a otro como pollos sin cabeza y haciendo ruido, un ruido muy molesto que impedía a Percy concentrarse en su trabajo.
Por lo que había podido escuchar tenían planeado traer a una banda y hacer algo parecido a un concierto mientras servían comida. El concierto en si no le molestaba, su madre le contó en muchas ocasiones de conciertos en los que había estado y le parecían interesantes, lo que le molestaba era que por su olor no podría estar en el festival.
Él había podido quedarse en la universidad porque su tiempo en la institución no era muy extenso, solo tenía que quedarse por las mañanas y luego por la tarde volvía a la seguridad de su casa. Por lo que había decidido no involucrarse con el festival para no atraer problemas.
Lo mejor de todo era que al ser el más joven de toda la facultad no le solían pedir que hiciese cosas al tener solo catorce años.
Cuando este terminó de escribir parte de su trabajo de fin de curso sobre Orión se levantó de la biblioteca y salió, con la mala suerte de encontrarse con un grupo de chicas del departamento de ciencias.
- Hola Percy. - Dijo una de las chicas que pertenecía a la especialidad de biología marina. - Siento tener que pedirte esto, pero nos han encargado que hagamos un puesto de limpieza de coches y necesitamos a alguien que se pueda encargar de las cuentas y guardar el dinero.
- No sé si podré hacerlo. - Dijo Percy intentando evadir el tema, pero una de las chicas salto.
- Déjalo Hana. - Dijo. - No podemos confiar en un crio.
Eso tocó la fibra de Percy y consiguió enfadarlo.
- Oh, con que me llamas crio, pues resulta que este crio está por encima de ti en esta universidad, dos años y hago un doctorado en historia, tengo un cociente intelectual cercano al 210 y es muy posible que cuando yo tenga tu edad ya haya visto más mundo que tú. - Dijo este haciendo que la chica retroceda un poco. - Esta bien, te demostraré de lo que soy capaz. Dime fecha y hora y estaré allí.
-Esta tarde, de cuatro a ocho. - Dijo la primera un poco sorprendida por el cambio de Percy.
Tras eso, nuestro héroe se fue a su casa para comer y anunciar que iba a ayudar en la recaudación del festival de primavera.
Eso preocupó un poco a su madre, ella sabía que él podría atraer a muchos monstruos y más si estaba en un exterior. Intentó convencer a su hijo de que no fuera, pero era imposible. Después de todo no se puede contener al mar.
Sally, quemó unas cuantas galletas de chocolate para pedir consejo a Hestia. Ella aceptó encantada el sacrificio de las galletas y escuchó los problemas de la madre atentamente y cuando terminó de escucharla desapareció para volver a aparecer unos minutos más tarde con lo que parecía un colgante con un trozo de carbón.
- Este trozo de carbón vegetal pertenece al hogar del Olimpo. - Explicó esta muy seria. - Lo he bendecido para que camufle el aroma de Percy, que lo lleve puesto cuando esté lejos de casa por mucho tiempo.
Sally se lo agradeció con más galletas, las cuales Hestia recibió gustosa. Y cuando la madre le fue a entregar el amuleto a Percy se dio cuenta de que Percy no se había movido de la mesa del comedor.
Él estaba trabajando en algo, parecía una hoja de calculo que se podía ajustar con muy pocas operaciones.
Con una sonrisa en la cara, Sally le dio el colgante y le explicó de donde venía a lo que este le sonrió a su madre y se lo agradeció con un abrazo.
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El rey de los mestizos
FanfictionTodos sabemos lo que sucede cuando un dios y un humano se junta y hacen cosas de mayores juntos. El resultado es que sale un semidiós, mitad humano mitad dios. También existen los legados, que es cuando un humano es descendiente de un dios. Percy Ja...