Hylla había conseguido destruir el domo de oscuridad que tenía preso a Aquiles pero a un gran coste. Había agotado la mayoría de su energía mágica, pero gracias a eso Aquiles pudo ponerse de pie mientras se mantenía dentro del haz de luz para tener un poco de protección extra en contra del sirviente del dios primordial.
Por otra parte, Skotádi ahora se mostraba un poco sorprendido por que hayan podido destruir su técnica . Había planeado que ese domo aguantara muchas candelas (NA: candela es la unidad internacional para medir la luz), no esperaba que hicieran aparecer dos grandes focos que lo fundirían, tenía que esforzarse más y acabar con la maga antes de atacar el talón de Aquiles.
El héroe no dejaba de mirar al sirviente, debía de darse cuenta de la idea de este por lo que tomo un postura ofensiva con su lanza mientras que Skotádi tomaba una postura ofensiva de combate a mano.
En menos de un segundo el combate volvió a comenzar, Aquiles corrió hacia él con su lanza apuntando al cuello del sirviente mientras esté dirigió su mano recubierta de oscuridad a la punta de la lanza.
En el momento que se encontraron la lanza destruyó la oscuridad que cubría su mano, pero no logró hacer una herida en la mano del sirviente ya que no logó impactar en la mano desnuda. Skotádi, con su otra mano logró impactar en el pecho de Aquiles, pero fue como golpear acero causando más daño a él que al propio héroe .
El lancero no perdió la oportunidad que le brindó su enemigo al ver esa muestra de dolor. Con una ráfaga de golpes y cortes se dirigió hacia los puntos vitales del sirviente. Este no pudo evitar todos y terminó recibiendo algún que otro corte haciendo que la sangre fluyera por su cuerpo.
- Antes te movías mejor. - Dijo Aquiles muy serio. - ¿La luz te molesta?
- Como si fuera a decírtelo. - Dijo Skotádi con un gruñido mientras recubría sus puños nuevamente con oscuridad. - Veamos si puede hacer algo con esto.
Este comenzó a dar puñetazos al aire liberando la oscuridad como si fuesen balas dirigidas al cuerpo del héroe. Este, nuevamente recibió los golpes demostrando que no sentía nada debido a la maldición del estigio. Skotádi siguió mandando balas distrayendo al héroe haciendo que este no se de cuenta de que una de las balas fue dirigida al suelo, justo detrás de él a su sombra.
Aquiles siguió jugando con las balas de oscuridad, pero hubo un momento dado que sintió un dolor penetrante que jamás había sentido antes. Confuso miró a su espalda y vio como un poco de humo salía de su talón. De alguna forma una bala de oscuridad había salido a su espalda y le había dado.
- ¿Sorprendido? - Dijo Skotádi con una sonrisa arrogante. - Puedo mandar las balas a cualquier parte su las meto en una sombra y como la luz está proyectando tu sombra de forma lateral pude dar a tu talón sin problemas.
Aquiles sentía un gran dolor en ese momento y le dolía mucho moverse, además, algo que le estaba ayudando en ese momento ahora mismo le estaba dando más problemas. Skotádi lanzó más balas de oscuridad a las sombra haciendo que Aquiles tuviera que moverse para evitar ser golpeado por estas. Todas estaban siendo dirigidas a su talón, su gran punto débil.
Debido a que este estaba huyendo de las balas de oscuridad y si salía de la luz sería una presa aún más fácil, no pudo hacer nada mientras Skotádi se dirigía, entre bala y bala, a por Hylla.
Esta estaba en el suelo intentando reunir su energía mágica mientras observaba como es que el sirviente se acercaba lentamente a por ella. Había gastado casi toda la energía con los focos, por lo que no podría defenderse con magia y estaba tan cansada que no podía levantarse para luchar cuerpo a cuerpo.
Estaba tan débil que no podría hacer nada más que esperar su inevitable muerte. Cada vez estaba más cerca y cuando estaba a cinco metros de ella cerró los ojos.
Aquiles miró todo esto desde lejos, si recibía otro disparo le rompería el talón y por ende lo mataría, pero no quería que mataran a Hylla. Apretando la mandíbula se puso en posición de lanzamiento y mandó a volar la lanza.
Esta voló con precisión milimétrica hasta el pecho de Skotádi atravesando su espalda por el camino. Un poco de sangre que salpicó en la cara de Hylla fue suficiente para hacer que ella abriera los ojos y viera lo que estaba sucediendo.
Mientras la alnza estaba atravesando el pecho del sirviente, un par de balas de oscuridad salieron de la sombra del héroe impactando en el tendón haciendo que este primero se formara una herida y la segunda causara la rotura de la zona haciendo que el héroe cayese al suelo.
Hylla se acercó a él como pudo mientras ignoraba el cuerpo muerto de Skotádi para llegar a su compañero de batalla. Este estaba teniendo sus últimos segundos de vida mirando al cielo nocturno con lo que parecía ser una sonrisa triste.
- Aquiles. - Dijo Hylla mientras se acerca a él.
- Hylla... No te preocupes por mí. - Dijo este sin cambiar su expresión. - En el fondo creo que me lo esperaba... Si muero ahora podría reencontrarme con ellos.
- ¿Quiénes son ellos? - Dijo Hylla queriendo darle un poco de conversación en sus últimos momentos.
- Atalanta y Patroclo. - Dijo este con calma. - Una chica que me ayudó a ser el héroe que soy ahora y mi fiel compañero de batalla. Ella nos dejó y se convirtió en un león y él murió en una pelea suplantándome, por lo que creo que ya es hora de que valla con ellos.
Hylla se mantenía en silenció mientras este cerraba los ojos para luego desaparecer en polvo.
En otro punto.
Percy estaba acompañado por Gilgamesh, los dos estaban armados con espadas, delante de los dos estaba el dios primordial de la oscuridad armado con dos guadañas de mano.
- ¿Solo vosotros os vais a enfrentar a mí? - Dijo el dios con lo que parecía ser decepción. - Veo que en este tiempo solo has aumentado tu ego.
- Puede que de momento solo seamos nosotros dos, pero por el momento somos más que suficientes como para pararte los pies. - Dijo Percy muy serio. - Puede que estemos en un momento donde tú tengas la ventaja, pero somos nosotros los que tenemos la ventaja de campo.
- ¿Y cómo sería eso? - Dijo mientras levantaba una ceja.
- Estas en mi reino mestizo. - Dijo Gilgamesh con una gran sonrisa. - Estamos en las ruinas de lo que es mi ciudad, en Mesopotamia, por lo que yo tengo la ventaja de campo. - Dijo para luego mandar desde sus brazos un par de cadenas doradas que se dirigían al dios a toda velocidad para aferrarse a él.
En ese momento Erebus suspiró e intentó liberarse de la cadena pero fue un intento en vano.
- No intentes quitarte la cadena. - Dijo Percy con una sonrisa. - Esa cadena anula lo divino, mientras la tengas en el cuerpo no podrás usar tus poderes.
Ya había llegado el momento en el que el dios se enfrentaría a los reyes mestizos.
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Capítulo corto, lo siento estoy un poco de exámenes y esto es todo lo que me puedo permitir por el momento, sin ir más lejos, mañana tengo un examen de Formación y Orientación Laboral con nóminas.
Sigo diciendo, si queréis dejar alguna idéa para la próxima historia podéis hacerlo.
Nada más por mi parte, espero que por lo menos os haya entretenido, hasta la próxima.
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El rey de los mestizos
FanfictionTodos sabemos lo que sucede cuando un dios y un humano se junta y hacen cosas de mayores juntos. El resultado es que sale un semidiós, mitad humano mitad dios. También existen los legados, que es cuando un humano es descendiente de un dios. Percy Ja...