Contra Erebus II

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Los tres minutos ya habían pasado.

Una gran honda de oscuridad había sido expulsada por parte del dios primordial haciendo que la gran mayoría del ejercito cayese al suelo por el poder que había liberado.

Por fortuna no había conseguido matar a nadie en proceso pero él estaba en el cielo con sus alas extendidas con una mirada de odio dirigida a Percy mientras se agarraba la herida que le habían hecho en el abdomen.

- ¿¡Cómo te atreves a hacerme esto!? - Dijo con rabia para luego crear una bala de oscuridad que mandó a Percy. - ¡Muere sucio mestizo de tercera!

La bala voló a una velocidad apabullante. Percy casi no pudo hacer nada ya que cuando asimiló que le había disparado la bala estaba a escasos metros de él y no podría hacer nada a tiempo. Por fortuna para él una bala de luz apareció para neutralizar la bala de oscuridad por parte de Gilgamesh.

Esa fue la  marca de salida para el ataque del ejército. Los arqueros volvieron a atacar al dios primordial pero este respondió destruyendo las flechas con oscuridad que de paso fue directa a estos acabando con una parte de estos.

Alejandro decidió hacer gala de su dominio paterno decidiendo mandar rayos hacia este mientras cambiaba de posición para que se le hiciese más difícil localizar al rey de Macedonia. Diomedes había tomado el mando temporal de los que estaban atacando a distancia y les dijo que apuntaran a sus alas ya que se había demostrado que no era invencible y que podía sangrar.

Las flechas y los rayos iban y venían hacia Erebus el cual solo podía moverse ya que un rayo podría causarle un daño severo en su cuerpo y su le daban las flechas les darían en sus alas y no era buena idea.

Entre flecha y rayo era posible que bolas de fuego llegaran a él por catapultas romanas que estaba puestas un poco más atrás de su línea de visión. Con el fin de quitar posibles peligros este voló más alto para luego caer en picado contra ellas.

Percy corrió lo más que pudo con la intención de seguir a Erebus mientras ladraba ordenes a los demás mientras Gilgamesh le acompañaba con su espada lista. Recorrieron la distancia En unos pocos segundos solo para ver como el dios primordial destruías las catapultas usando su sombra magna que, al terminar su trabajo, volvió a la sombra de su maestro.

Las catapulta una vez destruidas Erebus se posó en el suelo y mandó cortes de oscuridad que mató a unos cuantos semidioses que no habían logrado evacuar en el momento justo. Percy no perdió tiempo y extendió su hoja la cual llegó hasta un brazo del dios.

Este pareció esperarlo por lo que con ayuda de la oscuridad desvió la hoja extensible y mandó un corte oscuro a Percy. Mientras este saltaba a un lado para evitar el corte Gilgamesh mandó a Enkidu para que pudieran aprisionar al dios, pero este era conocedor del poder de la cadena, por lo que se elevó en el cielo evitando a la cadena que iba a por él mientras hacía acrobacias.

Mientras hacia estas maniobras bajaba lo suficiente como para poder cortar a los semidioses  que había a su alcance.

Mientras este estaba a la altura del suelo hubo un persona que había llegado y había bloqueado las hojas de Erebus. Diomedes acompañado de su espada había tenido la suficiente fuerza como para poder detener a Erebus el tiempo necesario como para que Percy levantara el suelo nuevamente con la intención de empalar a Erebus y Gilgamesh se posicionaba a la espalda de Erebus con su espada de luz dispuesta a cortar el cuello de este.

El dios estaba en un aprieto. Si bien es cierto que no podría morir por ninguna de las heridas que cualquiera de los tres le causarían el dolor sí que le molestaba. Si dejaba de hacer fuerza, Diomedes se podría llegar a cortar una parte de su cuerpo, si no se centraba en el sumerio le cortaría la cabeza lo que sería un contratiempo muy grande y si bloqueaba a los dos sería empalado de nuevo por Percy.

El rey de los mestizosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora