El rey de los mestizos

La pelea contra Medusa

Percy estaba delante de Medusa y esta estaba con una sonrisa en su cara mientras dejaba ver que sus uñas eran muy largas y afiladas.

- Espero que seas un buen combatiente. - Dijo esta con una sonrisa animada. - Porque el truco del agua no creo que lo puedas hacer muchas veces por lo que me has podido contar.

- Puede ser que las cantidades de hidrógeno en el aire no son exactamente abundantes. - Dijo Percy mientras se ajustaba las gafas de sol que llevaba puestas. - Pero no solo tengo el truco del agua, como tú lo llamas, tengo más ases bajo la manga.

Medusa se rió por lo bajo y salió corriendo en dirección de Percy mientras esta dejaba libres las serpientes que tenía por pelo. Percy por otra parte decidió usar el mismo truco que usó hace años con las sombras que había en le jardín de las Espérides, por lo que creó una espada de luz de la misma longitud que un xifos, una espada de una sola mano que se usaba en la antigua Grecia siendo acompañada habitualmente por un escudo en el brazo libre.

Al ser esto una prueba de combate y de resistencia, siendo más importante la parte de la resistencia, no se podía permitir gastar estamina y energía en crear más cosas a partir del aire.

Percy esperó hasta que Medusa estuvo en su rango de acción este dio un tajo descendente de hombros a cadera hacia Medusa, pero esta dio un salto hacia atrás en el último momento evitando el corte demostrando tener una buena condición física y habilidad. Percy puede estar estudiando la mitología griega en la universidad, pero nunca habían relatado cuales eran las habilidades de Medusa. Todo lo que sabía de ella de ante mano era que constaba con una abundante belleza, pelo de serpiente debido a la maldición de Atenea y sus ojos capaces de convertirte en piedra. Pero lo que había descubierto ahora era que tenía una velocidad impresionante y que podía modificar el largo y filo de sus uñas para defenderse, todos los datos que Percy pudiera recopilar ahora serían de gran ayuda para esta pelea.

Teniendo esa idea en la cabeza procedió a ponerse en una posición defensiva mientras esperaba su próximo ataque. Medusa vio lo que quería hacer por lo que sonrió y comenzó a correr, pero no hacia él sino a sus compañeros que estaban durmiendo en este momento.

Percy se sintió como un idiota, no había recordado que tenía que protegerlos desde un primer momento. Corrió todo lo que pudo, pero no se podía comparar a la velocidad de Medusa. A él no le gustaba usar los poderes de su padre, pero si sus compañeros se veían en peligro los usaría y desvelaría al mundo (no a los dioses) de quien era hijo.

Este dejó de correr, se arrodilló en el suelo y dio un puñetazo al suelo. Desde un punto de vista externo sería un intento inútil para hacer que Medusa parara, pero en el momento en el que la mano de Percy tocó la tierra esta se sacudió haciendo que Medusa perdiera el equilibrio dejándola vendida a un ataque de Percy.

Con la espada de luz que había creado anteriormente este se lanzó para dar una estocada en el pecho de la mujer. Era una buena zona para dar el golpe ya que el pecho es de las zonas donde más órganos hay, siendo el más importante el corazón.

Medusa logró estabilizarse poco antes de que Percy llegara a su posición, por lo que no pudo hacer mucho más que rodar con la intención de esquivar el ataque que este le iba a propinar. Rodó por el suelo hasta que puso una buena distancia entre ellos. No había pasado mucho tiempo desde que habían comenzado, apenas eran las cuatro de la madrugada y Percy daba por hecho que la prueba terminaría cuando el sol saliese a las ocho, todavía le quedaba la mitad del tiempo.

Medusa volvió a cargar contra Percy con la intención de perforar el cuello del semidiós, pero este impidió el paso de la gorgona poniendo su espada de luz en medio. Medusa prefería quedarse fuera del alcance de ese arma al no saber que podía pasar si su piel quedase cerca de ese filo de luz y no quería averiguarlo.