El rey de los mestizos

La bienvenida de Atlas

Percy se dirigió a Mike, este estaba detrás de dos empusas que habían estado manteniendo al segundos grupo a raya sin que este tuviera que hacer nada. Este había remarcado que aún que fuese hijo de Nike este ganaba sus competiciones con la cabeza y no con el cuerpo, por lo que lo más seguro sea que él no fuera a pelear de una forma activa y se quedara en la retaguardia.

Percy dirigió su mirada a las cazadoras y Bianca, las cuales habían usado arcos para poder atacar y Bianca usaba piedras que había por el camino. Con un gesto le indicó a su grupo que se juntara con el resto para hacer más presión.

Apartó un momento a Artemisa y le dijo que se dedicara a acribillar a flechas a las empusas, que por muy hábiles que fueran siempre habría una apertura con la que hacer daño. Esta asintió de mala gana y fue con sus cazadoras mientras Clarisse, Nico, Briares y él tomaban una posición ofensiva en el frente.

Mike miró esto con tranquilidad y con el gesto de una de sus manos indicó a los monstruos que les seguían que se lanzaran a atacar a los que estaban en el frente. Con sus piernas metálicas intentaron abrirse paso, pero Percy usó el escudo que su hermano le había fabricado y que mantenía oculto en forma de reloj de pulsera.

Esto hizo que Clarisse saltase encima de ese monstruo e intentara  rajarle el cuello con su cuchillo. La empusa di un mortal hacia atrás mientras se apoyaba en el escudo dejando vendida a la semidiosa a un ataque de su compañera la cual dio una patada  de hacha con su pata de cabra.

Percy no se quedó quieto ya que intentó apuñalar con su espada a la que había atacado a su amiga, peor nuevamente se fue hacia atrás evadiendo el ataque de Percy. Por otro lado, la que antes se había dignado a atacar el moreno ahora estaba manteniendo un ataque continua a Nico con su pierna metálica obligando al joven semidiós a retroceder para no ser dañado.

Briares aumentó su tamaño lo suficiente como para intentar aplastar a una de ellas con una de sus manos, pero debido al aumento de tamaña su velocidad se vio afectada para mal y no tuvo suerte a la hora de atacar.

En el momento en el que los monstruos retrocedieron una lluvia de flechas cayó sobre ellas obligándolas a retrasarse aún más estando casi al mismo nivel que Mike. Este miró un momento la situación y pensó en lo que podría hacer. Tras unos segundos este volvió a dirigir a los monstruos en un ataque frontal pero yendo a más velocidad.

Percy se posicionó para parar a los monstruos con su escudo, pero estas dieron un salto pasando por encima del joven, pero al estar en el aire, Briares consiguió golpear a una tarándola al suelo formando un cráter en el proceso. Mientras eso pasaba la segunda empusa consiguió llegar hasta las cazadoras y dirigió sus garras a estas.

En ese momento sucedió algo que Mike no pudo prever en ningún momento. De la sombra de Bianca salió un perro de tres cabezas con alas y patas de pájaro que mordió el cuello del monstruo que había conseguido llegar hasta su ama.

En el mordisco que le dio le partió el cuello y antes de que se desvaneciera en polvo dorado, las otras dos cabezas arrancaron parte de ella y se alimentaron haciendo ruidos grotescos de carne aplastándose y huesos rompiéndose.

- ¿¡Qué coño ha sido eso!? - Dijo el chico al ver a la bestia que había salido de la nada para apoyar a las cazadoras. - ¡En ningún momento recibí información de que las cazadoras tuvieran a semejante bestia en sus filas!

- Eso no a ayudado a las cazadoras. - Dijo Percy atrayendo la atención de Mike mientras clavaba su espada en el cuello del otro monstruo. - Esa bestia como tú la llamas se llama Naberius y es un demonio recreado por mí que le regalé a Bianca, al parecer notó un posible peligro hacia ella y salió a defenderla. - Este explicó para el hijo de Nike. - Mi plan consistía en retrasar a las empusas hasta que no pudieses evitar el conflicto, pero Naberius me ha venido bien, ahora solo quedas tú contra todos nosotros, ¿Tienes algo que decir?