El rey de los mestizos

La protección de una niña y acuerdo

La escena era la siguiente. Había un perro del infierno delante de un callejón donde había una pareja de mujeres muy asustadas, un niño inconsciente y un dragón que no dejaba de mirar al can. La calle estaba desierta, la niebla habría hecho de las suyas para que los mortales no saliesen de sus casas con cualquier cosa.

Las dos bestias estaban mirándose el uno al otro de forma amenazante. La bestia del infierno no se dejaba amedrentar por la figura creada por el niño y el dragón no tenía pensado dejar que el perro acabase con la vida de su creador. Mientras eso sucedía las dos mujeres estaban completamente aterradas por la situación. Ashley se armó de valor y con rapidez fue hasta donde estaba Percy tirado en el suelo, el can lo vio e intentó a tacar a la mortal pero el dragón se lo impidió dándole un golpe con su cola que lo mandó a volar, en ese tiempo que le ofreció el dragón, la mujer llegó a Percy y retrocedió hasta llegar a la madre del niño.

La pelea ya había comenzado. El perro aturdido por el golpe da un salto a ciegas con la intención de dañar a su enemigo, pero este alzó el vuelo esquivando el ataque del perro infernal para luego darle un zarpazo en el lomo haciendo que la bestia soltara un gruñido de dolor acompañado de un poco de sangre del animal. El dragón siguió atacando soltando zarpazos y coletazos que su enemigo no pudo evadir de ningún modo, además, tampoco es que pudiera hacer muchas cosas, sus garras no eran tan afiladas como las del dragón  su mandíbula no era tan fuerte como para atravesar la coraza de escamas que cubrían su cuerpo, por lo que al poco murió convertido en cenizas por las llamas que expulsaba el dragón.

Una vez la amenaza cayó el dragón volvió a convertirse en agua que se filtró por la alcantarilla y la boca de incendios. Las mujeres tardaron unos segundos en reaccionar. La primera en moverse fue Ashley que miraba a su alrededor por su aparecía otro bicho raro que pudiese amenazar a su familia. Al verificar que no había nada malo volvió con su amiga que no paraba de abrazar a su hijo inconsciente. Al ver que todo era seguro fueron rápidamente a un hospital, aunque Sally sabía que no harían mucho.

Lograron parar un taxi de una manera un poco drástica. Digamos que Ashley, al ser la que había tomado el cargo de líder momentáneamente, había saltado delante del vehículo libre obligándolo a parar. Le dijeron lo que supuestamente habría ocurrido, que el niño que cargaban había recibido un golpe muy fuerte al intentar ahuyentar a un ladrón dejándolo así inconsciente y ese a la fuga.

El taxi voló por las calles evitando semáforos innecesarios que pudiesen retrasar su llagada al hospital. En cuanto llegaron el taxista no aceptó el dinero diciendo que el niño era más importante y que no le importaba que no le pagasen si era por una buena razón. La madre le dio un millar de gracias y fueron corriendo a la sala de urgencias que estaba disponible en el hospital.

Las atendieron rápidamente, también ayudó que entraran gritando por ayuda con in niño completamente inmóvil en los brazos de una madre con un principio de cuadro de ansiedad. A Sally le dieron una pastilla para que se tranquilizara mientras seguía agarrando la mano de su pequeño hijo, a Percy le hicieron una radiografía para ver si el supuesto ladrón le había causado más daños que solo dejarlo inconsciente.

Tras unos minutos en el reservado de su hijo un medico entrado en años acompañado por dos policías aparecieron llamando la atención de las dos mujeres. - Efectivamente el niño sufrió una contusión severa, pero sus órganos no sufrieron daños. - Les informó el médico. - En unos minutos le daremos el alta y serán escoltadas por estos policías hasta su vivienda.

- Pero ¿cuándo despertará? - Preguntó la madre un poco más tranquila.

- Deberá despertar en unas horas a lo sumo. - Dijo el doctor. - Obviamente le dolerá el golpe cuando despierte y lo más seguro es que no quiera comer, que tomé alimentos líquidos por el momento hasta mañana.