Destitución de Quirón

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Percy había llegado a la entrada del campamento con Tyson solo para encontrar a tres toros de bronce que estaban luchando contra un pequeño grupo de semidioses que estaban intentando proteger la entrada al campamento.

Tras indicarle a Tyson que se quedase apartado mientras este peleaba contra los toros este sacó su pluma para luego destaparla y mostrar su espada. Observó durante unos segundos, él podía  ver a Clarisse que estaba mandado a unos cuantos más que hacían todo lo que decía. Este vio como ella había mejorado un poco en el arte de la guerra.

Con solo observar se dio cuenta de la mayoría del funcionamiento de los toros mecánicos que le brillaban los ojos en color rojo. Estos constaban con algún tipo de potenciador ya que estos se veía obligados a refrigerarse cada cierto tiempo ya que emitían chorros de vapor por sus hocicos, además de que sus cuernos tenían unas pocas muescas lo que le daba a entender que tenían alguna función de ataque o defensa aparte de cornear a sus victimas.

Tras hacer el pequeño análisis este saltó a la ayuda de los soldados que estaban peleando contra ellos. Con el salto que este dio se coloco en el lomo de uno de ellos lo que hizo que este enloqueciera con la intención de sacarlo de encima. Este coceaba, se revolvía y saltaba como si fuese un rodeo, y por la piel de bronce completamente lisa y sin un lugar para  agarrarse Percy se vio obligado a salir de ese sitio al ser más peligroso.

Los soldados que veían como este había llegado celebraron pero estos solo fueron regañados por la hija de Ares. Percy se posiciono a su lado y preguntó.

- ¿Cuál es la situación?

- Pues la que ves. - Dijo Clarisse muy sería mientras empuñaba su lanza. - Era un día un poco más tenso de lo habitual, desde que cambiaron al coordinador todo ha estado más tenso. - Le explicó. - Por el resto fue un día normal hasta que notamos como la barrera comenzaba a ceder y cuando vinimos a ver que pasaba nos encontramos con estos cabestros de bronce.

- De acuerdo. - Dijo Percy al comprender lo que había pasado. - ¿Cuál ha sido la estrategia a seguir?

- La básica. - Dijo esta sin dejar de mirar a los todos que estaban refrigerándose. - Siempre paran unos segundos para expulsar vapor, en ese momento aprovechamos para atacar, pero su piel es demasiado dura y nuestros golpes son repelidos.

- Vale, ¿puedo ofrecer una pequeña vista? - Dijo haciendo que Clarisse suspirase y asintiese. - Atacad a la unión de los miembros, al ser partes móviles no puede haber  piezas innecesarias en contacto ya que limitarían el movimiento.

Ella miró a los toros y vio unas pequeñas rendijas entre el torso y las patas y entre el cuello y a cabeza. Eran líneas muy delgadas, casi parecía imposible que una hoja de un arma pudiese entrar, pero le parecía factible intentarlo.

Justo en el momento en el que los toros terminaron de refrigerarse ella dio la orden de atacar justo a la conexión de los miembros. Tras gritar la orden los toros volvieron al ataque. los tres comenzaron a cargar con sus cabezas apuntando hacia abajo en carga hacia ellos.

Clarisse ya había visto esto y ordenó a los semidioses ponerse en formación defensiva. Si se apartaban los toros seguirían cargando hasta que algo se interpusiera en su camino. Los semidioses pusieron unos encima de otros formando una pared con sus escudos lo que hizo que los toros los corneasen rompiendo sus escudos ya magullado.

Percy decidió tomar cartas en el asunto y decidió separar a los toros ya que si estaban juntos serían un problema mayor. Este con un gesto le indicó a Clarisse su idea a lo que ella asintió y le indicó a Percy para que este hiciese su magia.

Con una sonrisa del joven este formó niebla por lar partículas de oxígeno y nitrógeno que había en el aire para luego cristalizar la niebla formando una zona de batalla dividida en tres. Eran cuatro semidioses contra un toro y un toro contra Percy.

El rey de los mestizosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora