Gilgamesh e Ishtar

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Percy y sus dos parejas estaban delante de un chico debía tener unos pocos años más que ellos. Este les estaba mirando por encima del hombro, como si no valiesen nada, incluso los miraba peor que a su súbdito, una persona de a pie normal y corriente.

Este chico era Gilgamesh, el primer héroe y que dio origen (según los mortales) al resto de mitos. Pero Percy sabía que le había visto antes, pero no fue hasta que recordó su despacho que lo había visto.

En su despacho, justo en la pared de detrás de su escritorio estaba colgado el cuadro que le había comprado a Rachel cuando la conoció en la cumbre del arte. Aparecía él junto con Percy luchando contra Erebus, por lo que tenía que ser una señal, al final conseguirían que ese chico fuera con ellos a su tiempo para que los ayudase.

Todos reaccionaron cuando un miembro de la corte les exigió que se arrodillaran para mostrar respeto por el rey, cosa que hicieron casi de inmediato, solo se levantaron al escuchar la voz del chico.

- Levantaos. - Dijo este permitiendo que se levantaran. - ¿Podríais explicar que hacen tres mestizos como vosotros a las afueras de mi reino?

Annabeth y Clarisse se sorprendieron cuando dijo la palabra mestizo, con solo un vistazo ya sabían que eran, pero Percy sabía que significaba esa palabra para él. Mestizo era una palabra que Gilgamesh le gustaba usar de forma despectiva ya que para él, los ciudadanos, eran solo mezclas de personas sin valor alguno creando mestizos a los que él podía manipular, por lo que no era un elogio o un determinante de que sabían de su linaje.

En ese momento Percy pensó con rapidez. Recordó vagamente como era la epopeya de Gilgamesh. En ella Enkidu, su mejor amigo, y él se habían hecho amigos debido a la similitud de su poder, por lo que si Percy se comportaba como él, era posible que consiguiera agradarle.

- ¿A quienes llamas mestizos, mestizo? - Dijo Percy casi con el mismo tono de voz de Gilgamesh. Esto hizo que toda la sala abriera los ojos con sorpresa, horror y rabia. - No eres el más indicado para hablar de mestizos, ya que tu y tu padre sois semidioses, eres hijo de Ninsun, la diosa vaca. Eres un 75% vaca, por lo que no deberías usar la palabra mestizo como un insulto.

Los guardias, rápidamente, colocaron sus lanzas apuntando al cuello de Percy y estaban dispuestos a matarlo por las palabras tan ofensivas que le había dirigido a su rey.

El resonar de una risa se hizo presente en toda la sala del trono. Todos se giraron para mirar a Gilgamesh. Este estaba sentado en su trono riéndose a rienda suelta mientras se agarraba el abdomen. Lo más seguro es que le doliese de tanto reír.

- Hacía tiempo que no encontraba a nadie con tales agallas. - Dijo este mientras se dejaba de reír. - Y también hacía mucho que no me reía tanto, Shidera, que quede registrado que el rey Gilgamesh se rio tanto que tuvo dolor abdominal, esto no pasa todos los días.

Después de eso, todo se quedó en silencio. No fue hasta que el chico dio una mirada a su asistenta que esta salió corriendo a buscar una tablilla de arcilla para poder apuntarlo. Mientras sucedía eso, en la sala del trono, Gilgamesh miraba a los tres recién llegados.

- ¿Cómo has sabido de mi linaje? - Dijo el joven con una sonrisa.

- Lo creas o no, vengo del futuro. - Dijo Percy haciendo que sus dos compañeras lo mirasen como si se hubiera vuelto loco.

- Entiendo. - Dijo Gilgamesh recibiendo la misma mirada de las chicas. - ¿Vosotros soy mortales?

- No. - Le dijo Percy. - Ella es Clarisse, hija de Ares un dios de la guerra. - Dijo señalando a la morena. - Y esta es Annabeth, hija de Atenea una diosa de la sabiduría. - Hizo lo mismo solo que con la rubia. - Pero por mi parte, tú y yo somos iguales.

El rey de los mestizosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora