Comienza el juego

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Percy había conseguido salvar el pellejo de Annabeth cuando el sheriff intentó saber a donde se dirigía, esto obligó al joven a descubrir su cara, cosa que no le gustaba. Él quería tener una vida "tranquila" cuando no estaba en el mundo mítico.

El había mostrado su cara a la hija de Atenea, con ella ya eran cinco, Thalia, Luke y los padres de estas formaban un pequeño grupo selecto que había visto su rostro. En ese momento le daba igual, tenía algo más importante que hacer. Medusa podría aparecer y tenía que dar una buena imagen de lo que podría hacer.

Sus planes iban desde un cebo que  les llevaba a una trampa que estaría en este edificio, una emboscada hasta un posible juego en mitad de la calle mientras manipulaba la niebla. Todos estos planes habían sido supervisados por él y por Annabeth para poder pulir cualquier fallo que podría haber surgido por cualquier calculo fallido.

Tardaron unos minutos en repasar todos los planes que Percy había ideado y cuando acabaron este se puso en manto que llevaba puesto antes y se colocó la capucha llamando la atención de Annabeth por lo que estaba haciendo. Pocos segundos después apareció Grover con unas cuantas bolsas de papel.

- Annabeth, ¿cuantas veces tengo que decirte que pidas bolsas de papel en vez de las de plástico? - Dijo el sátiro un poco molesto. - Debemos cuidar el medio ambiente, nos estamos cargando el planeta.

- No tenían bolsas de papel. -  Dijo la hija de Atenea intentando calmar al chico cabra. - Pero ahora tenemos mejores cosas en las que pensar como medusa.

Con ese nombre el sátiro se congelo y dejó de lado lo que tenía en la cabeza como un posible activista de greenpeace. Dejó las compras que había hecho, básicamente comida apta para los vegetarianos.

- ¿Solo has traído comida vegetal? - Preguntó Percy al ver las compras. - ¿Eres vegano o algo?

- No, soy vegetariano. - Dijo este entrecerrando los ojos y frunciendo el ceño. - ¿Es que no sabes la diferencia?

- Si que la sé. - Dijo Percy mientras ignoraba a Grover. - Los vegetarianos no comen carne de ningún tipo, mientras que los veganos son un poco confusos, ya que no comen nada que venga de un ser vivo.

- ¿Que quieres decir con eso? - Dijo Annabeth dejando de lado los planes que había estado mirando hace un segundo.

- Los veganos comen solo vegetales y fruta, pero los vegetales y frutas vienen de seres vivos. - Explicó este haciendo que a Grover se le abriesen mucho los ojos por lo que había dicho. - Por lo que he llegado a pensar que los veganos que defienden a capa y espada su causa se alimentan solo y exclusivamente de aire.

Tras decir esas palabras sus dos acompañantes se rieron un poco pensando que estaba de broma, pero pararon al ver la mirada seria que había debajo de la capucha de su vestimenta. Tras este pequeño suceso todo volvió a la normalidad. Grover intentaba mantener sus nervios como podía, Percy no dejaba de pensar en la prueba y Annabeth intentaba estar a la altura del Benefactor x.

Llegó la hora de la comida, pero la gorgona no apareció lo que le hizo pensar que se tomaría su tiempo y no atacarías hasta que ellos estuviesen desprevenidos. Era una buena estrategia, lograr pillar a los enemigos con la guardia baja era el mejor plan para ella ya que la superaban en número.

El tiempo avanzó sin que ellos se diesen cuenta y la noche se hizo en la ciudad haciendo que ellos no pudiesen ver dentro del edificio que era su base temporal por lo que se vieron obligados a hacer una hoguera en un cubo de basura metálico que había cerca. Puede que sea verano pero en las noches, al no tener los rayos del sol, hacía frío.

En cuanto fue noche cerrada y la visibilidad ya era casi nula Percy notó algo en su espalda. Un sudor frío recorría su espina dorsal, ella estaba fuera y sabía que si se quedaba dentro no podría hacer nada.

El rey de los mestizosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora