Encuentro en Bristol

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Luke y Thalia estaban en el bus camino de Nebraska para intercambiar a otro bus que los lleve a San Francisco. Era algo no muy cómodo, pero era un plan a fin de al cabo. Los dos chicos eran ignorantes respecto a la presencia de Percy que estaba encima del bus, haciendo así que muchos conductores mirasen raro al vehículo publico e incluso algunos le pitaran con el claxon a modo de protesta confundiendo mucho al conductor.

Por ahora el viaje era muy tranquilo, cosa que mataba del aburrimiento a la hija de Zeus. Ella se preguntaba como es que Luke estaba tan tranquilo a la hora de estar ahí, con un poco de disimulo posó su mirada sobre él y grande fue su sorpresa al ver que el hijo de Hermes había caído en los brazos de Morfeo. Ella estaba sorprendida, tampoco había dormido bien esa noche, pero no se había puesto a dormir, esto era muy serio, ya no se podían permitir quedarse dormido en un bus para saber a que parada te deja.

Con unos cuantos improperios pensados en su cabeza logró calmarse, era la única forma de que le viaje se hiciese más corto, al quedar dormido el tiempo pasa más rápido para las personas. Pero la hiperactividad de Thalia le impedía quedarse dormida, por lo que hizo mil y una cosa para intentar pasar el tiempo, miró por la ventana, contempló las nubes e incluso se puso a inventarse historias de porque la gente se había subido a este bus, resumiendo, estaba aburrida y no podía hacer nada.

Desde el punto de vista de Luke, él había quedado dormido con la intención de retomar el sueño que había tenido antes. Él nunca había escuchado el nombre de Erebus, ese nombre era un completo misterio para el hijo de Hermes. En las clases que había recibido de Quirón como mucho viajaban a la época en la que Cronos descuartizó a su padre, creando así una tradición familiar muy bonita y agradable a los ojos de los más bromistas de sus hermanos.

Su consciencia no fue a ningún lado, sabía que estaba durmiendo pero solo había oscuridad a su vista, como cuando no sueñas nada por las noches o no puedes recordar lo que has soñado. Luke no se quejaba, a fin de cuentas no había dormido muy bien esa noche y agradecía ese descanso extra.

Ahora, nuestro héroe estaba sentado en el techo del bus. Le encantaban las vistas que tenía, no siempre puedes tener un asiento tan privilegiado como ese. Obviamente había usado un pequeño hechizo de ocultación de esencia, haciendo que solo unos pocos pudieran verlo, por lo que se reía mucho cuando veía cuando un niño lo miraba desde la ventanilla del su coche.

Pero todo cambió cuando sintió algo malo asentarse en lo más profundo de su estómago. Obviamente no era nada biológico, no había tomado nada que le sentara mal, era más una sensación que te da cuando sabes que algo malo va a pasar, pero él no sabía lo que podía pasar. Cuando tuvo esta sensación pro primera vez fue cuando se vio obligado a formar un dragón para proteger a se familia de un perro infernal hace ya unos años atrás. Algo malo pasará y él no permitiría que estos dos chicos les pasara algo malo.

El tiempo pasaba y el conductor anunció que harían pequeña parada para estirar las piernas en Bristol y que duraría unos 30 - 45 minutos. Thalia golpeó el hombro de Luke para despertarlo, lo que tuvo un efecto inmediato ya que soltó un quejido para luego frotarse la arte que había sido golpeada por su compañera.

A eso de las doce llegaron a la ciudad donde acordaron la hora máxima en la que saldrían. Todas las personas decidieron quedarse más o menos cerca de la zona de servicio en la que se estacionaba el bus, pero Luke y Thalia decidieron explorar un poco para saber si estaba al cien por ciento seguros en esta ciudad.

Recorrieron unas pocas calles y vieron que era una ciudad muy bonita, agradable y con unos cuantos chicos mayores liandola por las próximas vacaciones, cosa que le parecía normal al hijo de Hermes pero un poco exagerado a la hija de Zeus. No tardaron mucho en saber que era una zona en la que podía estar tranquilos por unos minutos hasta que se fueran, no había ningún indicio de monstruos cerca, lo que para ellos era muy bueno.

El rey de los mestizosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora