Blue swan; Reiner Braun & Jean Kirstein. [#2]

54.

Había pasado un tiempo desde que Evie se encontraba en el campo de batalla como soldado regular.

Un año había concurrido desde que había sido nombrada oficial, se encargaba de dar las órdenes y delegar sus tareas a los demás soldados, excepto en la batalla de Liberio, dónde había sido bastante participativa, pero en ese mismo momento ya no era más la oficial de la legión de reconocimiento, era una simple soldado que había ido en contra de su propia patria para salvar al maldito mundo.

Un suave suspiro brotó de sus labios mientras se amarraba las cuerdas de su traje antipersonal e intentó mantener la calma. La azabache de brillantes ojos azules estaba sobre uno de los edificios que se encontraban en el puerto, necesitaba permanecer oculta hasta el momento exacto para atacar o para huir, después de todo el plan que habían conformado tenía dos posibles desenlaces, uno dónde debían luchar y otro dónde lograrían engañar a los jeageristas, pero realmente en ese instante le daba bastante igual.

Mikasa se hallaba a su lado siendo su fiel acompañante, después de todo ambas habían sido tachadas de traidoras bajo la mirada de Floch y por esa razón no podían engañar a los jeageristas para lograr su meta, así que debían esconderse hasta el momento dónde las necesitarían. La Kirstein tomó una de las cuchillas y casi la sintió ajena entre sus manos, había pasado un tiempo desde que había utilizado esas armas y era un poco extraño si le preguntaban.

—Debemos estar preparadas, no sabemos de que son capaces y cuánto tiempo se crearán la mentira de Connie y Armin.

Soltó con un tono de voz bastante claro, no había rastro de ninguna emoción en el, simplemente había tomado todos sus sentimientos y los dejó encerrados muy dentro de su interior, no debía de ponerse emocional en una situación así y lo sabía mejor que nadie. Una emoción desaforada provocaba que todo se fuera de control, si todo se iba de control era muy probable que alguien muriese y Evie no aguantaría que alguien perdiera la vida por su culpa.

Podía recordar perfectamente cuándo su padre biológico, aún cuándo ella no sabía qué era su progenitor, se pasaba horas enteras hablándole sobre lo que debía hacer en situaciones de extrema presión y una suave sonrisa melancólica rompía sus labios, a veces quería volver a esos momentos dónde era totalmente ajena al verdadero peligro, era solo una niña escuchando a alguien que admiraba con todo su corazón.

—Evie, ¿tú estás bien?.-Preguntó la azabache que la acompañaba, denotaba algo de preocupación en sus palabras y Evie no la culpaba, si alguien había vivido emociones fuertes en las últimas horas era ella, pero no podía dejar que sus sentimientos personales intervengan en la misión.

—Debemos salvar el mundo, luego solucionaré mis asuntos personales.-Soltó sabiendo muy bien a que se refería la menor, aún así la más alta de ambas apretó sus puños con fuerza, frustrada de no poder hacer algo por esa mujer que siempre intentaba hacerles la vida un poco más fácil a aquellos que amaba.