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El júbilo era palpable dentro del comedor de la legión de reconocimiento

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El júbilo era palpable dentro del comedor de la legión de reconocimiento. Era la noche anterior a la misión para recuperar el muro Maria y los veteranos habían decidido servir una cena especial para esos cadetes que nunca habían probado un trozo de carne en todo ese tiempo, pero todo se había salido de sus manos y una de las chicas terminó atada a un poste por morder a uno de sus compañeros.

Y dos chicos se habían comenzado a golpear entre ellos por sus comentarios algo sarcásticos. Uno de ellos era Eren Jeager, el titan cambiante que cubriría el muro, y el otro era Jean Kirstein, un soldado que era parte del escuadrón de Levi y yerno del capitán. Pero nadie quería detenerlos, no después de ver a Eren siendo un cadáver en vida durante tanto tiempo.

Era bonito verlo reaccionar a las provocaciones del castaño más alto o eso pensaba una joven azabache de brillantes ojos azules que lanzó una risita al ver cómo seguían dándose puñetazos mientras gritaban algunos insultos algo infantiles. Sin duda eran dos idiotas.

—¿Siempre son así?.-Preguntó un cadete que se había unido a la legión recientemente y que antes había sido parte de la policía militar.

—Si, es bastante normal, pero sería divertido estar ahí metida, nada era más entretenido que darle una paliza al imbécil.-Exclamó la pequeña muchacha Langer dejando algo impactado a Marlo, quién no podía entender como una muchacha tan pequeña podía siquiera pensar en meterse con el titan cambiante.

Mikasa, lejos de sentirse ofendida por el comentario que Evie hizo sobre Eren, sólo le extendió un pequeño pañuelo cuándo se percató que tenía un poco de comida en su mejilla. La azabache mayor frunció el ceño sin saber dónde limpiarse y la Ackerman solo pudo suspirar mientras ella misma le quitaba la suciedad del rostro ajeno.

—Pero no puedes, necesitas guardar fuerzas para mañana.-La regañó con un tono bastante suave a la par que terminaba de limpiar el rostro ajeno.

Por un segundo Evie sintió que eso era bastante raro, después de todo Mikasa la estaba tratando casi como a una niña, pero se encogió de hombros antes de seguir comiendo el trozo de carne que Jean le había dejado. El castaño había insistido en no comer su parte para que la adolescente embarazada pudiese comer más, quizá porque ahora debía comer por dos.

—¿Tú te casarás con él?.-Preguntó el muchacho que anteriormente les había hablado y Evie sólo pudo lanzar una pequeña risita mientras levantaba su mano derecha.

En ella se podía ver claramente un pequeño anillo plateado con una diminuta piedra blanquecina. Jean se la había dado justo después de ver a los padres de la mayor, era algo bonito y delicado que había pertenecido a la madre de Jean y la misma señora Kirstein quiso darle a su hijo para que su futura nuera lo tuviese. Todavía recordaba lo dulce que era la madre del menor y una sonrisa brotaba de sus labios.

—Lo haré en cinco días.-Declaró con orgullo a la par que terminaba de comer el último trozo de carne que le quedaba en el plato.

Se suponía que la misión iba a tardar menos de dos días, y eso le dejaría tiempo suficiente para terminar de pulir los últimos asuntos sobre la boda cuándo volviesen. Era todo bastante apresurado y mucha gente andaba hablando sobre el futuro matrimonio de la hija del capitán y comandante de la legión, pero eso era lo último que le importaba a Evie.

Blue swan; Reiner Braun & Jean Kirstein. [#2] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora