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Todo se había salido de control demasiado rápido para el gusto del capitán de la legión de reconocimiento

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Todo se había salido de control demasiado rápido para el gusto del capitán de la legión de reconocimiento. Habían pasado demasiadas situaciones en tan solo unos cuántos, incluyendo el secuestro de Historia y Eren, la muerte de varios soldados  la reciente información sobre los titanes y el hecho que debían comerse al mocoso Jeager para pasar sus poderes a otra persona, lo cuál era lo más frustrante de todo eso.

Evie no podía entender como todo se les había ido de las manos tan rápidamente, pero tampoco tenían el tiempo suficiente para detenerse a pensar. Apenas dormían, comían muy poco y el ambiente de era bastante deprimente en general. O eso pensaba la joven azabache mientras dejaba caer su cabeza en el regazo de su padre adoptivo, tenían tan sólo unos minutos para descansar mientras Jean, Mikasa y Armin volvían de la ciudad con provisiones, y Evie los disfrutaría.

—Estoy tan cansada de todo esto.-Murmuró sintiendo los finos dedos de su padre perderse entre el largo cabello azabache.

En ese mismo instante pensó en el trabajo que le tomaba mantener su cabello sin ningún nudo, mucho más estando en medio del bosque. Quizá debería cortarselo cuándo termine todo aquello. Después de todo no lo hizo durante sus años como recluta sólo porque cierto rubio, que pasaba casi todo el día a su lado, le dijo que amaba el largo cabello azabache que portaba la mayor. Pero ya no hacía falta pensar en lo que le gustaba a ese maldito traidor.

—Es algo extraño, tú nunca te quejas.-Murmuró su padre quitándole esos pensamientos de encima.

Y eso era verdad. Evie nunca se quejaba sin importar cuán sobrepasada se encontrara, pero por alguna razón su cuerpo entero le pedía un descanso a gritos, su espalda y piernas dolían más de lo que nunca sintió en su vida, y pensó que quizá era por todo el estrés que tenía en su interior, desde que Reiner se fue no había logrado descansar con normalidad y eso afectaba bastante su salud.

—Lo siento, pero la situación ya me está sobrepasando.-Murmuró cerrando sus ojos por un segundo, disfrutando como su protector acariciaba su mejilla con dulzura.

Realmente Levi ya no sabía que hacer. Estaba lejos de su comandante, el hombre que amaba y también en quién más confiaba, no sabía el estado del mayor, no sabía si esos bastardos de la policía militar habían acabado con él o lo estaban torturando. Pero no sólo eso, ahí tenía a su pequeña hija, con esa expresión que le rompía completamente el alma y sin saber que hacer para salvar un poco de esa muchacha dulce que tanto amaba. Sentía que todas las promesas que le hizo a Evie sobre cuidarla para que nadie más la lastimase eran una completa mentira y eso lo hacía sentir un padre terrible.

—Mikasa me dijo lo que ocurrió ayer con el secuestrador.-Comenzó a decir intentando que su hija adoptiva se abriera un poco con él, no sabía que más hacer y Evie lo notó cuándo abrió sus ojos y vió una mirada devastada en su padre.

Quizá todo el mundo pensaba que Levi Ackerman era un hombre frío, sin sentimientos y que solo buscaba destruir titanes a diario, pero no había nadie más en ese mundo que lo conociera tanto como su hija. Él era un verdadero sentimental cuándo se trataba de sus seres queridos, no era explosivo como Evie y no lo demostraba tan abiertamente, pero la azabache podría jurar que en el corazón del soldado más fuerte de la humanidad había más sensibilidad que en cualquiera.

Blue swan; Reiner Braun & Jean Kirstein. [#2] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora