El infierno se había desatado dentro de Liberio y nadie había podido hacer absolutamente nada para evitarlo, ni aunque quisieran.
El corazón de Evie dolía por la culpa que habitaba en su pecho mientras caminaba entre todos los cadáveres que se apilaban entre las calles de ese lugar que, hace unas cuántas horas, estaba totalmente lleno de vida. Sintió náuseas cuándo vislumbró el cuerpo de un niño parcialmente aplastado por una de las rocas que Eren había lanzado cuándo se transformó en titan y la culpa todo se hizo más fuerte.
Ella nunca quiso que todo terminara así, quizá era bastante idealista, pero esperaba llegar a la paz, sabía que tardarían en hacerlo y habría derramamiento de sangre, era algo inevitable, aunque nunca creyó que estaría en una situación así. Se mordió el labio con fuerza queriendo eliminar cualquier tipo de pensamiento autodestructivo de su cabeza y es que sólo podía imaginar que su pequeño Erwin podría ser uno de esos niños. Eso era algo que la perseguía día y noche, pero se convencía a sí misma que por esa misma razón luchaba, para que su hijo nunca tuviera que involucrarse en esta estúpida guerra sin sentido, sólo esperaba que todo eso valiera la pena al final del día.
Avanzó por las calles totalmente destrozadas de Liberio, escuchando como detrás de ella sus compañeros luchaban contra el titan bestia y los soldados marleanos, pero ella debía terminar de destruir los escondites de los soldados y colocar todas las linternas que le darían la señal perfecta a Hange para que todos pudieran retirarse del campo de batalla.
Lanzó un suspiro mientras la pistola que tenía en su mano pesaba más de lo necesario y sin pensarlo mucho se adentró a un edificio dónde habían bastantes soldados para una sola muchacha, claro, si ella no fuese la mismísima hija de Levi Ackerman. No tenía demasiada fuerza física, pero era ágil, pequeña y tenía una puntería que cualquiera envidiaria, por esa razón entró a ese lugar con rapidez, sin dejarle tiempo a esos soldados para reaccionar y acabó con ellos, uno por uno, sin dejar a ninguno vivo.
Se quitó la sangre del rostro, después de todo le había salpicado un poco y luego comenzó a buscar detrás de las mesas y sillas, intentando encontrar hasta al último soldado que se podría haber escondido de ella en ese pequeño lugar. Sentía como su brazo dolía un poco, porque uno de esos malditos le había rozado el brazo con una insignificante navaja, pero nada que fuese insoportable, podría aguantar hasta volver al dirigible.
Lo que no esperó fue asomarse detrás de una de las mesas y encontrarse con una pequeña niña. Esa infante no pasaba de los doce años y se hallaba temblando mientras se aferraba a un rifle como si su vida dependiese de ello. La niña de cabellos castaños levantó la mirada, haciendo que esos ojos cafés con destellos dorados y los azules de Evie se encontrasen casi por arte de magia.
En esos enormes ojos habían muchas emociones escondidas, miedo, odio, desdén, desesperación, rabia, angustia, asco y una sensación de pérdida que Evie entendía a la perfección, porque esa misma mirada tuvo en sus ojos el mismo día que su madre había sido asesinada por un titan justo frente a sus narices. El agarre que Evie tenía en su arma comenzó a temblar en ese mismo momento, quizá Floch tenía razón y ser madre la había convertido en una blanda, pero no podría asesinar a una niña de esa manera.
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Blue swan; Reiner Braun & Jean Kirstein. [#2]
Fanfic"Volaremos lejos, encontraremos un camino, veremos el final, seremos el final y en la eternidad una diosa serás. Vuela hasta el cielo." Evie seguiría luchando por su libertad, sin importar las plumas que caigan de sus alas y cuán roto se encuentre s...