Entre libros de química y matemáticas

Desvelo

Era época de exámenes para ambos jóvenes de 24 años y por ende se encontraban bastante ocupados. Sherlock tenía que hacer al menos cuatro informes distintos sobre sus actividades en el laboratorio mientras que William debía encargarse de algunos detalles de su tesis de posgrado además de revisar las pruebas de sus alumnos, ya que aquellas eran algunas de sus obligaciones como ayudante de cátedra.

Por esto mismo no habían sido capaces de reunirse a tomar un té o siquiera conversar, ya que simplemente no había tiempo para ello. Aunque decir que no se extrañaban sería una absoluta mentira, pues apenas se distraían a sus mentes llegaba la pregunta de que estaría haciendo el otro o si este anhelaba su compañía también. Sin embargo a pesar de que deseaban verse había algo que los detenía cuando estaban a punto de llamarse, ya que sentían que era un acto infantil y egoísta pues creían que el otro estaba demasiado ocupado. Así que de esa manera paso una semana y luego otra en la que no supieron nada del otro.

Ahora que Sherlock se encontraba analizando unos compuestos que le servirían para crear un medicamento experimental, el cual era su proyecto para realizar su tesis de especialidad. Ya había tenido algo de experiencia laboral en un pequeño laboratorio ayudando en la producción y desarrollo de píldoras para dormir con menos efectos secundarios, sin embargo él quería seguir adquiriendo mayor conocimiento acerca del ámbito de la química y los fármacos, al inicio no le importaba nada mas que ver los efectos que podrían causar diferentes sustancias en los cuerpos de las personas, pero cuando conoció a su amigo John Watson, que es aspirante a doctor, le quedo claro que el objetivo de los medicamentos es ayudar a las personas. Así que decidió que podía hacer lo que le gustaba y además mejorar la calidad de vida de los demás.

- Agrego un poco de esto y creo que ya es hora de irme a la cama pues debo dejar pasar unas horas para que la reacción sea buena- mientras bostezaba y se frotaba la cara por todas las horas sin dormir- Suerte que John está con Mary y no puede regañarme por el desorden.

En realidad en estos momentos se sentía un poco solitario ya que su amigo ya casi no estaba en casa desde que comenzó a salir con Mary Morstan una estudiante de enfermería con la que se llevaba muy bien. Fue un shock para él saber acerca de esto e incluso se sintió un poco celoso, pero al ver lo feliz que era su amigo con ella no pudo decir nada al respecto. Aquellos dos eran muy cariñosos y salían a citas a menudo por lo que la mayoría del tiempo el departamento quedaba enteramente para Sherlock. Entonces cuando "ordeno" su desastre quiso ir al balcón para fumar un cigarrillo, antes solía ingerir otras sustancias cuando era mas joven pero lo había dejado después de conocer a John, ya que este le dijo que eran pésimas para su salud, lo mismo decía del tabaco pero no hubo caso y se resigno a pedirle que no lo hiciera mucho. Mientras se dirigía hacia allá observo con cariño una almohada en la que dormía un bonito Cocker spaniel negro que ya tenia sus buenos años y dormía apaciblemente, pero no pudo resistir el impulso de acariciar su cabeza

-Dulces sueños, Covalente.

Este emitió un pequeño sonido pero no se despertó, por lo cual Sherlock se desplazo silenciosamente hacia el balcón para fumar tranquilamente. Hacia un poco de frío pues ya casi comenzaba el invierno así que el calor del cigarrillo fue agradable, mientras daba tranquilas caladas y expulsaba el humo formando una pequeña masa gris en el aire.

Entonces sintió como su celular vibraba en su bolsillo así que con cierto fastidio lo saco para ver quien osaba molestarlo a estas horas de la noche. Sus ojos se abrieron desmesuradamente al ver el nombre de Su Liam, como lo llamaba secretamente. Así con nerviosismo abrió la aplicación de mensajes, no tuvo que buscar demasiado pues este se encontraba entre sus contactos favoritos, a pesar de que la mayoría del tiempo solo se mensajeaban para acordar juntarse en algún lugar. Así que con el corazón agitado abrió el chat y casi le dio un infarto al leer el contenido.