Coincidencias

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William y Sherlock se encontraban sentados cómodamente junto a la ventana de una cafetería, hacía mucho frío ya que estaban a mediados de enero. Ambos llevaban gorros y bufandas a juego, había sido una curiosa casualidad ya que en navidad intercambiaron regalos y grande fue su sorpresa al ver que coincidieron en sus presentes solo que con colores diferentes. Sherlock siempre había pensado que el rojo combinaba perfectamente con la piel pálida, ojos escarlata y cabello rubio de su amigo mientras que este le encantaba como le quedaba el azul al estudiante de ciencias, aunque nunca se lo diría pues este ya tenia el ego bastante elevado. Compartían muchas cosas y entre ellas estaban algunos gustos, ya que ambos compraron sus regalos en la misma tienda y exactamente el mismo artículo en otro color ya que pensaron que al otro le gustaría.

Cuando se dieron cuenta fue bastante gracioso pues al abrir el envoltorio descubrieron que las prendas eran casi totalmente iguales excepto por el color, entonces se miraron y rieron, pero a la vez se llenaron de calidez ya que el otro sabía muy bien cuales eran sus gustos a pesar de que se conocían hace menos de un año. Hoy habían acordado juntarse para tomar un té ,ya que aunque Sherlock no era un fanático de aquella bebida sabía que su Liam adoraba tomar alguna buena infusión, acompañada claramente de unas deliciosas galletas especialidad de la casa. Sherlock cada vez que podía admiraba lo bello que se veía su Liam quien vestía menos formal de lo habitual, este llevaba pantalones negros y un chaleco blanco de punto, el cual según le dijo el rubio había sido tejido por el hermano menor de este.

-¡Debe ser lindo tener un hermano menor tan dedicado! yo solo tengo al odioso de Mycroft.- le comento mientras que con cierta irritación se acordaba de su hermano mayor que se la vivía molestándolo.

-Me imagino que sí- Mientras dejaba escapar una pequeña risa pues era muy divertido ver aquellas reacciones infantiles en su amigo.

Entonces cuando William levantó la mirada hizo contacto visual con un hombre de cabellos castaños y ojos verdes, el cual llevaba una bufanda color pino y un traje sencillo. Entonces se saludaron con un gesto de mano mientras se sonreían con cariño, . Al notar aquello Sherlock volteo y casi se cae de la silla al ver a su hermano tomado del brazo con el otro hombre.

-¿¡Mycroft!?- dijo este sin lograr procesar la información, ya que aunque sabia que su hermano estaba saliendo con alguien no se le paso por la cabeza que seria un conocido de su amigo.

-Oh Sherly, se ve que te diviertes con el hermano menor de mi novio, ¿No crees que se sentirá incomodo porque lo miras demasiado?- dijo este con malicia mientras se acercaba a la mesa.

-Recuerda que tú me mirabas de la misma forma, es evidente que son hermanos- dijo con diversión el hombre de cabellos castaños.

-¡Albert!- Exclamó el otro con un poco de vergüenza que logro disimular bastante bien , pero sus ojos adquirieron cierto brillo al ver lo descarado que era su novio, ya que esa actitud era lo que lo había atraído a él en primer lugar.

-Siempre es agradable molestarte-Entonces se percato de Sherlock lo miraba con muchas dudas por lo cual se presentó- Mi nombre es Albert James Moriarty, virtuoso enólogo y hermano mayor de William, un gusto

Mientras extendía su mano hacia Sherlock quien estaba intentando analizarlo pero con agrado la estrecho.

-Mi nombre es Sherlock Holmes, hermano del inoperante de Mycroft.

-¿Te recuerdo que te he ganado en varias cosas, Sherly?

Se hubiera desatado una batalla de miradas en la cafetería o en una seguidilla de desafíos de no ser por la intervención de William quien dejo escapar una risita lo que sorprendió a los hombres que estaban a su alrededor.

Entre libros de química y matemáticasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora